Las bajas laborales son más largas en el Pirineo que en Tarragona

La duración media de las bajas laborales varía significativamente según la región sanitaria a la que pertenece el trabajador, desde los 30,3 días del Camp de Tarragona hasta los 47,6 días del área del Alt Pirineu y Val d'Aran, según los datos de 2009 del Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas (Icam), el organismo de la Generalitat que gestiona los permisos por enfermedad.

De estas diferencias, "contrarias a lo que cabría esperar", ya alertaba un estudio realizado por investigadores de la Universidad Pompeu Fabra y de la University of Texas School of Public Health (EE UU) con datos de 2005 a 2007, que apuntaban que la causa podría hallarse en que "la capacidad de los dispositivos asistenciales para facilitar la vuelta al trabajo no es la misma en todas las áreas geográficas".

Se trata, destacan los autores del estudio, de una "sospecha", que podrán confirmar o rechazar con la nueva investigación que están realizando, en colaboración con la Generalitat, con datos agregados de 2007 a 2009 y con la incorporación de variables como el diagnóstico médico y el tipo de actividad económica de la empresa en la que trabaja el paciente, que no se tuvieron en cuenta en el primer estudio "y que sabemos que tienen una influencia muy significativa en la duración de las bajas", afirman Isabel Torá, coautora de la investigación y miembro del Centro de Investigación en Salud Laboral de la Pompeu Fabra, y el director del Icam, Rafael Manzanera. El interés de los investigadores y de la Generalitat en analizar a fondo la prescripción de bajas laborales no es gratuito, pues éstas generan gastos millonarios para la Seguridad Social (unos 1.100 millones de euros en Cataluña el año pasado), además de un importante coste para el sistema de salud y para las empresas. En 2009, los médicos de familia firmaron más de un millón de bajas (el 8% menos que en 2008), de las que el 20% fueron revocadas por la Generalitat al considerarlas no justificadas.

Para el gerente de la Región Sanitaria del Camp de Tarragona, Joaquim Pallejà, el hecho de que esta zona registre la menor duración media de las bajas laborales de Cataluña "demuestra que se están haciendo las cosas bien, y que cada parte asume su responsabilidad, desde los médicos que firman las bajas a los inspectores de la Generalitat que las controlan y las mutuas que hacen el seguimiento".

También "se hacen las cosas bien" en la zona donde las bajas tienen una mayor duración, el Alt Pirineu y Val d'Aran, defiende el gerente, Victorià Peralta. Esta zona tiene la ratio de médicos de cabecera por habitante más alta de Cataluña. "Los médicos mantienen un trato personal con sus pacientes, pero no por ello dictaminan bajas injustificadas ni las prolongan innecesariamente", asegura. Una explicación estaría en que en esta zona hay una población más envejecida.

La responsable de sanidad de CC OO, Carmen Navarro, niega que tras las desigualdades territoriales en la duración de las bajas exista una mala práctica médica. Sí destaca, en cambio, que los procesos de incapacidad pueden prolongarse más en las zonas como el Pirineo, donde hay menos centros de rehabilitación, o donde hay mayor lista de espera para pruebas clínicas.

El Icam está elaborando un protocolo que, mediante patrones de prescripción de bajas, ayudará a uniformizar las decisiones médicas. "El objetivo", dice Manzanera, "no es reducir el número de bajas, sino que cada diagnóstico tenga su justa prestación".