Cárcel para dos hermanos por torturar a una joven

Los hermanos Juan y Pascual Esquirol, (27 y 21 años respectivamente) que durante dos semanas se convirtieron en la peor pesadilla de la joven Dolores Ortiz, pasarán una buena temporada en la cárcel. La Audiencia de Barcelona los ha condenado a penas de 15 y 20 años de prisión respectivamente, por secuestrar y torturar a Dolores en una caseta maloliente de Centelles (Barcelona) en 2008.

La víctima fue sometida a toda clase de abusos y malos tratos hasta que, el 4 de julio, los Mossos d'Esquadra irrumpieron en el campamento y la liberaron. Dolores había sido la novia de Juan, que después de concluir la relación la obligó a salir con su hermano, Pascual. Pero ella se negó a ese trueque y, como castigo, fue trasladada contra su voluntad a una pequeña casa "sin la más mínima condición higiénica", en una zona boscosa cerca de un cementerio.

El tribunal considera probado que los hermanos y una tercera persona -Juan Gabriel Bagán, condenado a cinco años de cárcel por detención ilegal y torturas- acordaron retener a la joven. La víctima pasó la mayor parte del tiempo "atada de pies y manos con una cadena de perro y otras veces atada con una cadena a un tubo".

Juan, que quería a toda costa una relación amorosa entre su ex y su hermano, controlaba el secuestro. Durante su estancia en la chabola, Dolores recibió puñetazos y patadas de los hermanos del clan de Los Esquiroles.

También sufrió los golpes de las otras dos imputadas en la causa, Adelina Jiménez y Jéssica Guijarro, pareja actual de Juan. El tribunal absuelve a ambas de la mayoría de delitos -considera que no plantearon el secuestro- y las condena por una falta de lesiones y de malos tratos.

Agresiones sexuales

El infierno que hicieron sufrir a Dolores incluía toda clase de maldades. Entre otras, consta que Juan la golpeó con una cadena y la apuñaló con una pequeña navaja, lo que le produjo cortes en piernas, brazos y hombros.

Como consecuencia de las agresiones, Dolores -cuyo caso conmocionó a la sociedad catalana- sufrió lesiones severas.

A medida que pasaban los días, el estado físico de la joven se volvía más lamentable. Según la Audiencia de Barcelona, Pascual aprovechó esa circunstancia para cometer diversas agresiones sexuales.

Una noche, Dolores intentó escapar, pero fue descubierta. Lleno de ira, Juan Esquirol la arrastró por el suelo hasta la caseta y le dio una paliza. Entonces llegó lo peor: tras atarla con correas y quemarle la boca con un cigarro, Juan ordenó que le raparan la cabeza al cero y acercó a Dolores a la boca de un tubo de 19 metros de longitud con intención de arrojarla dentro. Pascual le impidió consumar el crimen.