Los ladrones aprovechan el puente
La policía frustra tres robos de madrugada en una joyería, un supermercado y una administración de lotería de la capital y detiene a 10 personas.- Los delincuentes entraron por una tienda de ropa colindante e hicieron un butrón
"Apaga la luz". Mohamed avisó a su esposa de madrugada. Había oído un ruido en el patio que hay bajo su terraza y, al asomarse, vio un par de linternas encendidas. Dos hombres estaban subidos al tejado del supermercado. El vecino mintió a su esposa: "No es nada, cariño, tranquila". Pero el ruido de los coches de policía y el de los presuntos ladrones, que gritaban "¡fuego, fuego!" para despistar, despertó a otros vecinos. Antonia salió a su balcón. La anciana preguntaba a los agentes desde el primer piso: "¿Qué ocurre? ¿Qué pasa?".
Cuatro hombres forzaron la persiana del negocio para robar. La policía sorprendió a dos en la calle. Uno hacía guardia para avisar a los compinches. Otro se escondió en un coche mientras dos más huían por los tejados en los que les descubrió Mohamed. Saltaron de patio a patio. Dejaron huellas en la pared de Juan, que ayer maldecía amenazante: "Si les llego a oír, saco la escopeta y les pego un tiro...".
La policía activó un plan especial para los tres días de vacaciones
En Chamartín, también de madrugada, un joyero lanzó un disparo al aire para ahuyentar a los tres hombres que habían entrado en su negocio por una pared. Y en una administración de lotería de Salamanca saltó la alarma cuando los cacos tenían ya las bolsas llenas con el botín. Los ladrones no se llevaron nada del supermercado, la joyería y la administración. La policía detuvo a 10 personas.La mujer entreabre con cierto reparo la misma puerta verde por la que cuatro hombres se colaron a la administración de loterías de madrugada. Es la puerta trasera de la tienda, situada en el bajo de un portal de la calle de Diego de León. La alarma salta de nuevo. "Estamos intentando arreglarla", se excusa.
Un vecino alertó sobre la una de la mañana porque oyó fuertes golpes, según una nota de la Jefatura Superior de Policía. Un testigo vio cómo paraban seis coches de policía nacional frente al portal. Los agentes se encontraron con los cacos en el rellano. Y empezó la persecución, escaleras arriba, por el edificio de viviendas. Los hombres iban tirando objetos por el patio de luces. La maza con la que forzaron la puerta estaba junto al marco, y también el soplete conectado a una bombona con el que abrieron la caja fuerte. Tenían los billetes de lotería y el dinero ya preparados para huir.
"La policía estuvo aquí hasta muy tarde", asegura la vecina de uno de los bajos, que también se despertó por el ruido. La policía detuvo a los cuatro hombres, españoles de entre 27 y 34 años, en lo alto del edificio. Los llevaron a la comisaría de Salamanca, donde ayer rastreaban en los archivos posibles antecedentes. Un cartel en el portal avisa a los vecinos de que los agentes retiraron todos los objetos sospechosos que encontraron en el patio de luces. Y deja un teléfono para reclamaciones por si alguien echa en falta alguna pertenencia.
Las policías nacional y local activan en vacaciones un dispositivo especial para evitar robos con fuerza, que se incrementan por estar los negocios varios días cerrados. Estaban de guardia este fin de semana, puente de San José. Y tuvieron mucho trabajo. Los agentes de ambos cuerpos colaboraron para detener a los cuatro cacos del supermercado de Puente de Vallecas, rumanos de entre 24 y 45 años. Los que saltaban por los tejados y los otros dos que aguardaban fuera.
Primero localizaron al que tenía que avisar al resto, que esperaba junto a la persiana del negocio que acababan de forzar. Otro más se escondió en el coche rojo preparado para huir. Estaba en el asiento trasero, agazapado y cubierto con una chaqueta, pero llamó la atención porque se había dejado abierta la puerta del Opel Zafira. Los dos que saltaban por los tejados fueron detenidos con la ayuda de los vecinos, que señalaban desde los balcones su recorrido hasta que salieron por un portal cercano.
En la otra punta de la ciudad, la alarma de una joyería de la calle de López de Hoyos (Chamartín) saltó alrededor de las cuatro de la mañana. El dueño, que vive cerca, bajó armado pensando que había fallado el mecanismo de seguridad. La persiana negra de su negocio, cubierta de grafitis, estaba intacta. Entró y se encontró a tres hombres intentando llevarse su mercancía. Pegó un tiro al aire con su pistola, para la que dispone de licencia, según una portavoz de la Jefatura Superior de Policía. La bala quedó incrustada en el marco de una de las puertas.
Los tres hombres salieron huyendo por donde habían entrado: un agujero situado en una de las paredes de la joyería. Según la versión policial, accedieron a un negocio de ropa colindante por la ventana del baño e hicieron el butrón a la joyería conectado además con un garaje de la calle del Cardenal Silicio, donde dejaron una bolsa deportiva con 21 destornilladores, una llave inglesa, tenazas, alicates y linternas, entre otros enseres. No era la única zona forzada. El cuarto de calderas que hay en el portal de al lado tenía ayer la cerradura reventada. Y un agujero reciente en la pared en la que se apila la madera que también conecta con el negocio.
Agentes de la Policía Local encontraron a dos de los de los supuestos ladrones, rumanos de 36 y 39 años, escondidos en un coche. Un testigo contó a la policía nacional que los había visto huir. El otro presunto implicado logró escaparse. La investigación para localizarle sigue abierta.
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