Madrid golea (en deuda) a Barcelona
Madrid, 9; Barcelona, 1: por cada euro que debe Barcelona, Madrid debe nueve. El endeudamiento madrileño ha alcanzado cifras estratosféricas a toda velocidad: la deuda roza los 7.000 millones de euros, el doble que hace apenas cinco años. Durante la pasada legislatura, Madrid destinó más de 5.000 millones a las obras de la vía de circunvalación M-30. Esa mastodóntica inversión convirtió la deuda madrileña en la más elevada de España. Los responsables municipales (y las agencias de calificación) consideran que esas cifras son asumibles con el actual nivel de ingresos. Pero la situación es achuchada y el Ayuntamiento se ha visto obligado a recortar las inversiones a la mitad en los dos últimos años. También ha reducido los gastos corrientes un 20%. Y busca soluciones de ingeniería financiera para cuadrar unos presupuestos que han caído a niveles de 2006.
Madrid debe 7.000 millones, el doble que hace cinco años
Madrid acumula una quinta parte de la deuda municipal. Y las seis ciudades más endeudadas (la capital y, a mucha distancia, Valencia, Barcelona, Zaragoza, Málaga y Sevilla) deben unos 10.000 millones, casi un tercio del total. Guilhem Costes, de Fitch, destaca la heterogeneidad de las finanzas locales, pero asegura que los mayores problemas los padecen los municipios pequeños. En el caso de los grandes, "la deuda es elevada, sobre todo en Madrid, pero inferior a la de los municipios italianos, por ejemplo". "Además, Madrid y Barcelona tienen economías vibrantes, a pesar de la crisis y de la merma de ingresos, con lo que las probabilidades de impago son muy bajas", afirma.
La deuda de Barcelona muestra el perfil contrario a la de Madrid: tras los picos alcanzados con los Juegos Olímpicos y el Fórum, el endeudamiento ha ido bajando, y el rating (la calificación de la deuda) está dos escalones por encima del de Madrid, según Moody's. "Barcelona está mejor que otras ciudades, pero aun así, como no cambien las cosas, la política municipal en toda España se enfrenta a un futuro dramático", avisa Jordi William Carnes, teniente de alcalde barcelonés.
Ese futuro ya está ahí. Valencia, la segunda ciudad más endeudada, ha recortado el presupuesto el 3,8% este año. La alcaldesa, Rita Barberá (PP), lo atribuye al "tremendo zarpazo de Zapatero a los ingresos municipales". Pero los socialistas recuerdan que la altísima deuda limita las políticas anticrisis e insisten en que el PP "hace trampas" al excluir la Empresa Municipal de Transportes al cuantificar la deuda -algo que no sucede sólo en Valencia-. "El Ayuntamiento vive desde hace tiempo por encima de sus posibilidades", concluye el concejal socialista Juan Ferrer, informa Adolf Beltran, en una crítica que vale para muchos otros consistorios, de todos los colores políticos.
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