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La salida del consejero más polémico

Güemes abandona en año preelectoral

La salida del consejero de Sanidad hacia la empresa privada obliga a Aguirre a maquillar su Gobierno - Lasquetty le sustituye y Adrados gana Inmigración - Figar será portavoz del PPEl ya ex consejero deja el escaño pero no el partido

El secreto mejor guardado de la Comunidad de Madrid en los últimos 10 días ha sido la salida a petición propia del Gobierno regional de Juan José Güemes, consejero de Sanidad, que abandona la primera fila política para entrar en el sector privado.

Justo cuando habían comenzado a acallarse los rumores de una crisis de Gobierno, que han rondado en los mentideros políticos desde el verano pasado -como resaca del caso Gürtel, el espionaje o la guerra de Caja Madrid-, se produce, aprovechando esta salida, una mínima rotación entre consejeros, que permitirá reducir a nueve las áreas de gobierno. "A un año de las elecciones autonómicas, no es momento de introducir elementos extraños en el Gobierno", explican fuentes del Ejecutivo.

No hubo sentimentalismos. La jefa del Ejecutivo se lamentó lo justo
La presidenta lo supo hace 10 días. Muchos consejeros se enteraron ayer
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Pero la marcha del ya ex consejero asciende a otros compañeros de equipo como Javier Fernández-Lasquetty, hasta ahora consejero de Inmigración, que sustituye a Güemes en Sanidad, mientras su cartera, irrelevante, pasa a formar parte de Empleo y Mujer, bajo el mando de Paloma Adrados. Además, los cargos en el partido -Güemes era hasta ahora secretario de Comunicación y portavoz del PP regional- pasarán presumiblemente a Lucía Figar, si la dirección regional acepta la propuesta que le hará Aguirre.

La sorpresa la dio la propia Aguirre, cuando anunció a mitad de la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno que Güemes le había comunicado "hace unos días" su "voluntad de abandonar el cargo por razones personales". Una noticia, dijo, que a su equipo le había "entristecido enormemente". Luego elogió al ya ex consejero, que ha estado entre sus estrechos colaboradores desde que Aguirre llegó al Gobierno regional en noviembre de 2003.

La escena que protagonizaron ambos dejaba entrever varias cosas. Una es que Güemes no sale del Ejecutivo de Aguirre por una mala relación con la presidenta o porque haya perdido la confianza de ésta. Lo demuestra el hecho de que ella le haya permitido despedirse a lo grande, con una rueda de prensa. No ocurrió lo mismo con otros consejeros relevados del cargo como Alberto López-Viejo, por su imputación en el caso Gürtel. O con la crisis de gobierno del verano de 2008, en la que perdieron sus carteras el ex vicepresidente Alfredo Prada y las ex consejeras Gádor Ongil y Beatriz Elorriaga, después del polémico congreso nacional del PP en el que Prada se alineó con Mariano Rajoy. Aquella remodelación trascendió sobre las 11 de la noche, después de que les fuera comunicada a los nuevos consejeros. Además, en el núcleo duro de la presidenta se da por hecho que ésta tenía grandes expectativas de futuro para Güemes. Más bien le ha pillado por sorpresa.

Pero tampoco hubo sentimentalismos en la despedida (la propia Aguirre bromeó con que no había echado una sola lágrima). La presidenta lamentó la marcha de Güemes lo justo, pero dejó entrever que no ha hecho un esfuerzo desmedido porque éste siga en el Ejecutivo regional. Simplemente se limitó a anunciar el maquillaje de emergencia a su equipo de Gobierno y que tachó de "un paso más en la austeridad".

El secreto se guardó tan bien que muchos de los consejeros se habían enterado esa misma mañana en el Consejo de Gobierno. Aguirre lo supo hace 10 días. La primera. Güemes solicitó incluso una cita a la secretaria de la presidenta, algo inusual por ser un miembro del Gobierno de peso político. Aguirre pidió a Güemes que no comunicara su decisión por el momento al resto de consejeros. Antes lo supieron el vicepresidente regional, Ignacio González, mano derecha de Aguirre, o el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados. También el propio Lasquetty, al que se comunicó hace unos días que ocuparía la Consejería de Sanidad.

La intención era mantener la crisis de Gobierno en el más absoluto de los secretos. La ocasión elegida, el Consejo de ayer, tiene que ver con que, por el puente de San José que se celebra estos días, la actividad política baja mucho y, por tanto, el seguimiento será menor los próximos días. Y se consiguió dar la sorpresa. No hubo ni una sola filtración hasta que ayer por la mañana, en la rueda de prensa, Aguirre soltó la bomba.La sorpresa que produjo el anuncio la destacó el propio Güemes ante los medios. "Puede parecer sorprendente que alguien quiera dejar la política de forma voluntaria", afirmó. "Es una decisión personal. La política no es una profesión para toda la vida y yo llevo en ella 17 años".

Mientras, entre los asistentes a la rueda de prensa, su jefa de prensa, Ruth Ruiz, no podía evitar las lágrimas. Se acababa de enterar de la marcha de su jefe. Hasta ese punto se había mantenido en secreto la noticia. Ella creía que su consejero iba a hablar de su participación esa tarde en el Consejo Interterritorial del Ministerio de Sanidad, el último acto al que asistió como consejero.

Güemes aseguró que su "compromiso con España y con la Comunidad siguen vigentes". Pero se esforzó en subrayar que la política no es para toda la vida y que ha preferido irse ahora que estaba en un buen momento. "Pensé que entrar en política era transitorio, pero he tenido la inmensa suerte de ser testigo de excepción de algunos de los momentos políticos más apasionantes", comentó por la noche en una conversación telefónica. "Sólo dejo de vivir de la política".

Sin embargo, Güemes no se cierra la puerta. Mantendrá su puesto en las direcciones nacional y regional del PP, como hace, por ejemplo, Manuel Pizarro. Y reconoce que volverá, dice, "si llegado el momento tengo la oportunidad". Fuentes de la cúpula del PP nacional mantienen que, dadas las opciones de futuro de Güemes en la política nacional, ha sido un acierto por su parte abandonar una responsabilidad tan desgastante como la de Sanidad, e incluso desvincularse de los aguirristas, cuestionados entre la dirección nacional del partido. En dos años, aseguran, la ambición política del ex consejero le hará volver al ruedo público con dimensión nacional.

De hecho, antes del anuncio oficial, Güemes también había informado de su marcha al líder popular, Mariano Rajoy, y a su mentor, el ex ministro Rodrigo Rato, hoy presidente de Caja Madrid, según diversas fuentes.

"Lo conocían otros líderes, personas que creía que debían saberlo y a las que quería contárselo", admitió el ex consejero de Sanidad, que no quiso detallar de quiénes se trataba.

Algunas fuentes señalan que una opción que podría tener Güemes es un cargo en Caja Madrid, de la mano de Rato. Aguirre lo desmintió. "Si hubiera querido irse a Caja Madrid, nada se lo hubiera impedido", dijo la presidenta en la rueda de prensa.

La marcha de Güemes es por la puerta grande. No hay fricciones. Hasta el punto de que Aguirre le permitió anunciar que los dos decretos de desarrollo de la Ley de Libre Elección han sido remitidos al Consejo Económico y Social (CES). Y será inmediata, pues Lasquetty tomará posesión el lunes y él dejará el acta de diputado. La reunión en el Ministerio de Sanidad le impidió asistir ayer al último pleno como parlamentario. Ya no lo hará, porque presumiblemente será sustituido en el pleno del 8 de abril por el siguiente en la lista del PP, el viceconsejero de Deportes, Javier Hernández, que ocupaba el puesto 83.

"Se quiere incorporar al IE Bussiness School", justificaron desde el Gobierno regional. "Ni siquiera se va a tomar unos días de descanso. Ya tiene la fecha". Será presidente del Centro Internacional de Gestión Emprendedora, un cargo de nueva creación, ya que este centro cuenta con un director general que seguirá. Aunque no ha sido alumno, Güemes tiene una relación estrecha con el Instituto desde hace años, cuando ocupaba la consejería de Empleo y Mujer. Desde entonces mantiene relación con el Programa Lidera, que promociona a las mujeres empresarias.

Con información de Jesús Sérvulo González y Elena G. Sevillano.

Juan José Güemes abraza a Esperanza Aguirre tras la rueda de prensa en la que se anunció su salida del Gobierno.
Juan José Güemes abraza a Esperanza Aguirre tras la rueda de prensa en la que se anunció su salida del Gobierno.SAMUEL SÁNCHEZ

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