España quiere que la OTAN afronte las amenazas del Sahel
Defensa esboza un cambio de estrategia de la Alianza
"Los estadounidenses dentro, los rusos fuera y los alemanes, bajo control". Esta frase, atribuida a Lord Ismay, el primer secretario general de la OTAN, describía el objetivo de la organización en el momento de su creación. Desde entonces, el mundo ha cambiado mucho, y la estrategia de la Alianza, poco. El fantasma de la Guerra Fría todavía condiciona su capacidad operativa, y sus principios clásicos de "defensa del territorio" o "disuasión por castigo" no sirven para hacer frente a los nuevos enemigos, que atacan desde fuera de sus fronteras, o con la determinación de morir matando. A finales de noviembre se aprobará un nuevo concepto estratégico.
El teniente coronel Enrique Muñoz, consejero en la Representación Permanente de España en la OTAN durante cuatro años, y Antonio Ortiz, asesor político del secretario general de la Alianza, han elaborado una propuesta española sobre ese cambio de rumbo para la Fundación Alternativas y el Instituto de Estudios Estratégicos del Ministerio de Defensa. El documento, al que ha tenido acceso EL PAÍS, propone que la Alianza trabaje en la amenaza de El Sahel (la región subsahariana), reconozca la autonomía estratégica de la Unión Europea y se acerque a Rusia.
- Áreas prioritarias. El documento señala tres: la lucha contra el terrorismo, la proliferación de armas de destrucción masiva y la defensa cibernética. En el primer caso, propone que la Alianza considere el terrorismo como una "amenaza" y no un riesgo, como ahora. Asegura que la OTAN "ha perdido el tren de la cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo que puso en marcha en 2001". En el caso de la defensa cibernética, plantea que la OTAN proteja las infraestructuras informáticas de centrales nucleares o de los sistemas de control aéreo.
- Nuevas amenazas, nuevos socios. El documento insiste en que para hacer frente a las nuevas amenazas es necesario asumir que la OTAN necesita contar con otros. Por eso sugiere el desarrollo de una mayor cooperación con "áreas de especial interés para la seguridad", como El Sahel", a través de acuerdos con la Unión Africana o la Liga de Estados Árabes para el Diálogo Mediterráneo. También propone firmar acuerdos con India, China, Japón o Corea del Sur.
- Obstáculos y cooperadores necesarios: Rusia. "Sería sorprendente que si [Rusia] ya no resulta una amenaza para EE UU, lo fuera para la OTAN". La Alianza necesita a Rusia, por ejemplo, para desarrollar una nueva estrategia de disuasión. El documento explica que la tecnología permite "la atribución de una huella dactilar" a todo material nuclear. "Una nueva forma de disuasión sería declarar que en caso de atentado terrorista con uso de material nuclear se consideraría responsable al Estado de origen de dicho material", proponen.
- Más política. El documento plantea que la OTAN no se limite a la defensa, sino que contribuya a "la resolución política de determinadas situaciones antes de que degeneren en amenaza".
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