Nueva York compensará a los afectados por el polvo del 11-S
10.000 personas han enfermado por respirar aire viciado
Las víctimas vivas del 11-S, los 10.000 empleados públicos y contratistas que participaron en las labores de rescate y limpieza del World Trade Center, contarán con 657,5 millones de dólares (475 millones de euros) para hacer frente a los costes derivados de los problemas de salud que sufren por respirar durante semanas el manto de polvo tóxico que cubrió la zona baja de Manhattan, tras el colapso de las Torres Gemelas. Ellos son los otros afectados del ataque suicida perpetrado por Al Qaeda el 11 de septiembre de 2001.
La compensación fue pactada el jueves con las autoridades neoyorquinas y podrán beneficiarse policías, bomberos, obreros de la construcción y cualquier persona que hubiera participado en los esfuerzos de recuperación en la bautizada como Zona Cero, ahora en fase de reconstrucción.
La ciudad destinará 475 millones de euros para las indemnizaciones
Los fondos, acordados tras dos años de negociación, serán transferidos al WTC Captive Fund, que se encargará de repartirlo entre los miles de "héroes" del 11-S que casi nueve años después sufren los daños colaterales del atentado, en palabras de Michael Bloomberg, alcalde de Nueva York. Éste cree que la solución de este complejo litigio es "justa", "razonable" y permitirá, en sus palabras, "compensarles por las lesiones que sufrieron por su trabajo".
La ayuda podrá oscilar entre unos miles de dólares hasta superar el millón, en función de la gravedad de la enfermedad y de la exposición a los contaminantes. Pero para que el mecanismo pueda activarse, el 95% de los demandantes debe aún dar su aprobación al acuerdo. Y para que el total pactado pueda desembolsarse, debe contar con el respaldo del 100% de los afectados.
Cerrado el contencioso, corresponderá a cada empleado demostrar que participó en las labores de rescate y desescombro durante las semanas que la nube tóxica cubrió el sur de la isla, y documentar que su enfermedad fue causada por la contaminación. Se trata en su mayoría de complicaciones respiratorias similares al asma, pero también hay casos de cáncer. Para evitar el fraude, un juez autorizará cada compensación.
Bloomberg y los abogados de las víctimas del 11-S esperan así poner fin a una agria disputa emocional y política en la que se han cruzado numerosas acusaciones. El sistema seguido para canalizar la ayuda es similar al establecido para compensar a los familiares de las 2.973 personas que perdieron la vida en las Torres Gemelas, en el ataque contra el Pentágono y en el avión estrellado en Pensilvania.
Las otras víctimas del 11-S aseguran que las autoridades sabían que el aire que se respiraba en la Zona Cero no era bueno, que estaba lleno de amianto y otras sustancias tóxicas. La ciudad de Nueva York, por su parte, insiste en que hizo todo lo que estuvo en su mano por proporcionar el equipamiento adecuado.
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