Montoro avala ahora una caja única y el veto de la Xunta a las fusiones

Una semana y un viaje a Galicia han bastado al responsable de economía del PP para adaptar su discurso sobre la reforma del sistema financiero a los postulados que defiende la Xunta para abordar la fusión de Caixa Galicia y Caixanova. Cristóbal Montoro no tuvo reparos en recurrir a los matices durante una visita este jueves a A Coruña para intentar limar diferencias entre lo que defiende su partido en Madrid y lo que aplica Núñez Feijóo con la nueva Lei de Caixas. Como un traje a medida, su doctrina sobre la conveniencia de abordar fusiones de cajas de distintas comunidades, criticada en su día incluso en el Parlamento por la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, es ahora un vago "depende" vinculado a la "viabilidad" de cada proyecto. "Los niveles de decisión política son diferentes, un gobierno autonómico piensa en clave territorial, y nuestra obligación, como partido, es hablar para todos, no hablamos de un modelo único y cerrado", advirtió.

Defiende que se elimine el veto autonómico cuando las cajas peligren

"¿Qué saben Zarrías, en incluso José Blanco de negociar una fusión?"

Donde los populares nacionales mostraban su firmeza para levantar los vetos autonómicos a las fusiones, el número uno de economía del PP introduce ahora un matiz que lo cambia todo. "Siempre hemos estado a favor de esa actuación en el caso de que se deba intervenir una entidad por cuestiones de insolvencia. Es lo que hemos negociado y lo que hemos propuesto al Gobierno en el documento que le hemos presentado en estas nuevas conversaciones del pacto anticrisis. No estamos por la labor de revisar los vetos autonómicos en cualquier circunstancia", aseguró Montoro.

La vuelta de tuerca pasa ahora por limitar la capacidad autonómica en situaciones extremas de las propias cajas, pese a que la semana pasada, en su reunión con el Gobierno para abordar las medidas anticrisis, el PP propugnaba levantar el veto "en las operaciones que requieran dinero público", vía Fondo de Reestructuración Ordenada de la Banca (FROB). En el caso de la fusión gallega, la solicitud de dinero al fondo de rescate bancario sería nada menos que de 1.190 millones de euros, según la auditoría encargada por la Xunta a la consultora KPMG.

Es la reforma del propio FROB el mecanismo elegido por Montoro que permite al PP defender la integración gallega desde Madrid. Y es que, a su juicio, el fondo "tiene tres vertientes a las que se puede recurrir". Por un lado, "las fusiones voluntarias, que pueden tener determinado apoyo público o no; después está el instrumento que recapitaliza el fondo de garantía de depósitos, como en el caso de Caja Castilla-La Mancha, y por último está la línea dura: la intervención. En este caso entendemos que hay que levantar el veto autonómico".

Montoro, que participó en A Coruña en un encuentro organizado por la aseguradora de riesgos Marsh, tira del manual para marcar postura sobre las fusiones de una misma comunidad. "Es que depende de lo que sea viable para las propias entidades: las interregionales tienen la ventaja de que no reducen tanto la capacidad, mientras que con la fusión de cajas de una misma comunidad hay solapamientos y, por tanto, una obligada reducción de volumen de negocio". "La búsqueda del maridaje de cada caja debe hacerla el correspondiente gobierno autonómico", advierte al esbozar su apoyo a Feijóo. "Lo que está claro es que el dinero de todos no se puede destinar a tapar las vergüenzas de las cajas", sostiene.

Donde no tiene dudas Montoro es en el diagnóstico de la actuación del Gobierno en el recurso de inconstitucionalidad a la Lei de Caixas. "Es una intervención política en toda regla. ¿Qué sabe Gaspar Zarrías, e incluso José Blanco, de lo que es una negociación de una fusión? Es surrealista", espeta.