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Los derechos humanos en Cuba

La Habana acusa a Europa de manipular la muerte de Zapata

El régimen rechaza "el sucio debate" en Estrasburgo

La Asamblea Nacional cubana calificó ayer de "cínica" y "manipuladora" la condena del Parlamento Europeo por la muerte del preso político Orlando Zapata, y denunció la existencia de una campaña "concertada por poderosas empresas mediáticas" para atacar "ferozmente a Cuba". Según La Habana, la resolución europea, que consideró "cruel" y "evitable" la muerte del opositor después de 85 días de huelga de hambre, fue aprobada tras un "sucio debate" y es inadmisible porque "tergiversa hechos y esgrime mentiras y oculta realidades".

"No tienen moral aquellos que participaron o permitieron el contrabando aéreo de detenidos, el establecimiento de cárceles ilegales y la práctica de torturas, para evaluar a un pueblo agredido y brutalmente bloqueado", asegura el Parlamento cubano. La declaración de la Asamblea reitera la posición oficial cubana de que Orlando Zapata era un "delincuente común" y dice que, después de ser sancionado, fue "manipulado por intereses norteamericanos y la contrarrevolución interna". Según los diputados, la muerte del opositor fue únicamente su responsabilidad.

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La Asamblea dice que el "hecho lamentable" de la muerte de Zapata "no puede ser utilizado para condenar a Cuba aduciendo que pudo haber evitado una muerte", y pone como ejemplo la colaboración cubana con Haití para demostrar su compromiso con "la vida". "Detrás de esa condena hay un profundo cinismo. Cuántas vidas de niños se han perdido en las naciones pobres por la decisión de los países ricos, representados en el Parlamento Europeo, de no cumplir sus compromisos de ayuda al desarrollo", se pregunta.

La condena europea es "discriminatoria y selectiva", según la declaración, que equipara la Ley Helms-Burton —que endureció en 1996 el embargo norteamericano— con la Posición Común europea, aprobada el mismo año. Ninguna de las dos "tienen el más mínimo futuro", avisa.

Por otro lado, en Santa Clara, el opositor Guillermo Fariñas continuaba ayer con la huelga de hambre y sed que inició el 24 de febrero en protesta por la muerte de Zapata y para demandar la liberación de 26 presos de conciencia enfermos. Alicia Hernández, su madre, dijo que Fariñas se encontraba muy débil y deshidratado y que podía entrar en estado de shock en cualquier momento. A mediodía, la familia informó que el disidente sufrió un desmayo y fue ingresado de inmediato en un hospital cercano. El temor, dijo Hernández, es que debido a las múltiples enfermedades que padece y a las secuelas de 22 huelgas de hambre anteriores, la situación se complique fatalmente.

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Mientras tanto, Félix Bonne, otro veterano disidente, de 70 años, miembro de la misma agrupación de Fariñas, declaró que si éste muere lo reemplazará "en la huelga de hambre hasta sus últimas consecuencias". La Comisión de Derechos Humanos de Elizardo Sánchez dio a conocer ayer una lista de 25 presos de conciencia "cuyo estado de salud es preocupante e incompatible con el internamiento carcelario", y pidió la entrada a las cárceles de la Cruz Roja Internacional y de Amnistía Internacional.

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