Ashton no acudirá a la cumbre de la UE con Marruecos
La responsable europea de Exteriores alega que ya asisten Barroso y Rompuy
Una Catherine Ashton recién llegada ayer a Córdoba desde Haití para asistir a la reunión informal de ministros de Exteriores de la UE confirmó que no se quedará este fin de semana en Andalucía para participar en la cumbre Unión Europea-Marruecos, una de las más destacadas del calendario semestral de la UE.
La alta representante -criticada indirectamente por ministros que no terminan de ver en ella el liderazgo esperable de quien debe poner en pie el nuevo servicio diplomático de los Veintisiete, tema central de las discusiones de ayer- fue defendida calurosamente por el ministro español, Miguel Ángel Moratinos.
La defensa de Moratinos, realizada como intervención inicial en la conferencia de prensa que siguió a la reunión de ayer de los ministros, fue tan efusiva como sorprendente. Un caso ejemplar de aplicación de la locución excusatio non petita, accusatio manifesta. Según él, los jefes de la diplomacia de los Veintisiete hablaron de "cómo todos tenemos que poner todo el apoyo y sostén en la alta representante", además de "reconocer todos los esfuerzos" de Ashton. "Somos conscientes de que trabaja sin un minuto de descanso", dijo el ministro. "Las instituciones están funcionando a plena satisfacción", subrayó.
A Ashton se le reprocha un muy humano interés por pasar los fines de semana en familia en su casa de Londres y ayer explicó su ausencia en la cumbre euromarroquí, que se celebra en Granada, con el argumento de que estarán en ella "el presidente del Consejo y el presidente da la Comisión", en referencia a Herman Van Rompuy y José Manuel Durão Barroso. "Como tenemos a ambos presidentes, tenemos el top". Sin dar detalles añadió: "Hay otras cosas que tengo que hacer".
El llamamiento de Moratinos a cerrar filas en torno a Ashton estuvo precedido por una carta que los ministros de Exteriores de Suecia y del Reino Unido, Carl Bildt y David Miliband, habían filtrado el día anterior en la que tomaban distancias sobre las ideas de Ashton para el venidero Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) y reclamaban que se tuviera en cuenta la opinión de los Gobiernos. Bildt y Miliband consideran que se está dando demasiada preponderancia a las ambiciones de la Comisión, como inercia del régimen vigente hasta ahora en que las representaciones de la Unión eran nombradas por el Ejecutivo comunitario.
Moratinos aludió a Córdoba como lugar de tolerancia, diálogo y cooperación y quizá esa atmósfera influyó en los presentes, porque de puertas hacia fuera todos los ministros se deshicieron en llamamiento a favor de la unidad de apoyo a Ashton. "No hay protestas, hay debate", matizó el ministro español. La propia Ashton intentó quitar hierro a las críticas diciendo que se había pedido a todas las instituciones (Comisión, Consejo y Parlamento) que dieran ideas sobre el servicio diplomático. "Lo importante es la síntesis que se haga", precisó Ashton.
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