El III Congreso Universitario Catalán elaborarará una alternativa democrática
A mediodía de ayer tuvo lugar, en el paraninfo de la Universidad de Barcelona, el acto de convocatoria del III Congrés Universitari Catalá. Al acto asistieron más de 1.500 universitarios, alumnos y profesores, así como representantes de las diversas entidades cívicas y de la casi totalidad de los partidos políticos.
Presidieron el acto los rectores de las tres universidades catalanas (Central, Autónoma y Politécnica) doctores Jiménez de Parga, Laporte y Fernández, y los profesores Ramón Torrent, Borja de Riquer y Javier Ortega, en representación del profesorado.Las intervenciones giraron en torno a la proyección que debía tener la celebración de este III Congreso, a la vista de los celebrados anteriormente, en 1903 y en 1918, respectivamente. La importancia de aquéllos fue analizada por el rector de la Universidad Autónoma, Josep Laporte, quien se refirió al proceso seguido por la universidad catalana partiendo del significado que tuvieron las celebraciones de los mencionados congresos.
El profesor Borja de Riquer, habló de que el congreso a celebrar en primavera «se propone promover una reflexión crítica sobre las funciones y la situación de la enseñanza universitaria, con la finalidad fundamental de llegar a un análisis global que permita elaborar una alternativa de política universitaria democrática, que corresponda a las posibilidades de un marco democrático». Añadió que el congreso estaba abierto a toda la sociedad catalana e invitó a los partidos políticos y entidades cívicas a participar activamente en su preparación. Borja de Riquer hizo, además, una exposición detallada de las ponencias que en un pincipio van a ser debatidas, entre las que destacan las relativas a la investigación universitaria, financiamiento, problemas de la docencia (profesorado, planes de estudio, etcétera) y personal no docente.
El profesor Ramón Torrent tuvo la intervención más crítica del acto. Al referirse a la actual política del Ministerio de Educación y Ciencia dijo que «si tiene éxito, hipotecará definitivamente el futuro de las universidades catalanas. Es necesario -añadió- que todos los universitarios y todos los estamentos hagan suyo este problema; y que los organismos de gobierno universitarios adopten una actitud firme en contra de las intolerables injerencias ministeriales en nuestra vida universitaria y aprovechen todos los medios existentes para impedir una mayor burocratización de la estructura universitaria».
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