Los 'tories' piden investigar si Brown acosa a sus empleados
Gus O'Donnell, secretario del Gabinete y como tal el más alto funcionario de la Administración británica, nunca advirtió a Gordon Brown sobre la manera supuestamente abusiva con que el primer ministro trata a sus subordinados. Así lo asegura el propio O'Donnell en una declaración emitida ayer por Downing Street. El líder del Partido Conservador, David Cameron, exigió ayer que se investiguen las acusaciones contra Brown.
Aunque O'Donnell ha tardado casi 48 horas en pronunciarse, su declaración supone un balón de oxígeno para el primer ministro, porque contradice lo afirmado en un polémico libro que sostiene que Brown no sólo abusa verbalmente de sus colaboradores y de los funcionarios de Downing Street, sino que tuvo que ser advertido de ello en privado por el alto funcionario. O'Donnell descartó la necesidad de investigar el asunto.
A las acusaciones contra Brown contenidas en ese libro se ha añadido la revelación de que una organización que aconseja a las personas que sufren acoso en el trabajo recibió varias llamadas de empleados de Downing Street, dos de la oficina del primer ministro adjunto y al menos dos de la oficina del primer ministro.
Llamadas de ayuda
Uno de los patronos de esa organización dimitió ayer en protesta por las revelaciones, realizadas por su directora, por entender que éstas rompen la obligación de confidencialidad que se garantiza a quienes llaman en petición de ayuda. Los laboristas han acusado a la directora de actuar por motivaciones políticas y en connivencia con los conservadores. Ésta admitió que había hablado con los tories, pero que eso es "irrelevante" y que no actuó por razones políticas.
Peter Mandelson, en la práctica número dos del Gobierno, denunció que las acusaciones contra Brown son una maniobra política. "Primero pensé que era una tormenta en una taza de té fabricada por alguien que quería unos cuantos titulares para promocionar su libro. Ahora parece una operación política dirigida contra el primer ministro", declaró.
La tormenta política que se ha desatado en torno al carácter de Brown ha llegado en el mejor momento para los conservadores, porque ha desviado la atención de la que podía haber sido la noticia política del momento: un sondeo de YouGov reduce a seis puntos la ventaja de los tories, un resultado que casi con seguridad les dejaría sin la mayoría absoluta en las próximas elecciones.
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