La izquierda del PT presiona a su líder al final del mandato
Treinta y tres personalidades brasileñas, partidarias del ex ministro de Justicia, Tarso Genro, han dirigido una carta pública al presidente Luiz Inácio Lula da Silva en la que le exhortan a que siga "consolidando el Estado de derecho, amplíe el arco de la democracia y de los derechos humanos" y "por lo menos hasta el final de su mandato", que acaba este año, continúe promoviendo "efectivas políticas públicas de justicia".
Genro, que era uno de los aspirantes a la sucesión de Lula, acaba de dejar el Gobierno para presentarse a las elecciones como gobernador del Estado de Río Grande do Sul.
Entre los logros atribuidos a Tarso en la cartera de Justicia se cita, por ejemplo, la polémica propuesta de derogar la amnistía y enjuiciar a militares acusados de crímenes durante la dictadura, la reparación a los presos políticos o la amnistía a más de 30.000 emigrantes ilegales.
No ha habido, hasta el momento, respuesta de Lula a esta carta abierta. Podría parecer extraño, sin embargo, que Lula pueda cambiar, con motivo de la salida de Genro, la política del Ministerio de Justicia cuando fue él quién le permitió llevarla a cabo.
El miedo de los firmantes (juristas, académicos y representantes de organizaciones sociales) puede ser otro. Lula ha escogido a Dilma Rousseff como la mejor candidata para tomar su relevo. El problema de fondo es que la ministra ex guerrillera, muy probablemente, no tendrá en el Partido de los Trabajadores (PT) el juego de cintura que tuvo Lula, a quien nadie se atrevía a llevar la contraria. El PT está dividido. La línea izquierdista de Tarso es minoritaria. ¿Será capaz Dilma de oponerse, como Lula, a ciertos imperativos del partido, en cuya fundación, hace ahora 30 años, ella no participó?
