Literatura
En los últimos días han presentado novela en España dos autores norteamericanos: Dennis Lehane y Richard Price. A la hora de popularizar su obra las adaptaciones al cine han jugado un papel fundamental. El primero es el autor de las novelas en que se basan Mystic river, la película de Clint Eastwood, o la última de Scorsese, que se estrena mañana. El segundo ha sido adaptado por el mismo Scorsese o Spike Lee. Pero ambos en los últimos tiempos son reconocidos por haber participado en los guiones de la serie de HBO, emitida aquí por TNT, The Wire. El creador del monumento televisivo fue el periodista David Simon, un tipo que logró hacer creíble la peripecia de traficantes de drogas, políticos y policías en la ciudad de Baltimore. The wire, aunque no fue un éxito de audiencia en casi ningún país, significa una cumbre entre las series de ficción televisivas. Sus 60 episodios en cinco temporadas se guardan y se consumen como un tesoro que para muchos alcanza la calidad de un Balzac, con la narración certera y poderosa del mundo actual.
En el consumo audiovisual casi frenético, con opciones para disfrutar de casi todo el producto norteamericano, se nos olvida que detrás de la mejor ficción casi siempre emerge la calidad literaria. Algo tan desprestigiado como la palabra escrita es el fundamento de la mejor apuesta visual. Para escribir una serie de altísima calidad, David Simon recurrió a historias reales, investigación periodística y profesionales de la escritura como Price, Lehane o George Pelecanos, acostumbrados a alquilar su teclado al cine o la televisión. Esa letra bien escrita es la que le da a la música de The wire una categoría especial. Por encima de apuestas más consumidas y premiadas, como Perdidos, que acaba de empezar a emitir su última temporada para placer de adictos, y que explota los recursos del entretenimiento, la tensión y la capacidad de sorpresa, aprendidos más entre palomitas que en la experiencia vital. No roza la altura literaria, el poso y la increíble verosimilitud de ejemplos como The wire.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.