Indulto a un vendedor del 'top manta'

Arrancar una sonrisa a Mor Ndiaye, un senegalés de 35 años, era casi imposible hace unos meses. Caía sobre él una condena por un delito contra la propiedad intelectual. Vendía discos en el top manta, tenía una condena por ello, y si la policía le cogía le expulsarían de España por un periodo de 10 años. Pero hace una semana recibió la noticia que llevaba esperando desde hace casi tres años: el Consejo de Ministros ha aprobado su indulto. Mor, ahora, bromea y ríe. "Estoy feliz", dice.

Desde que llegó a España ha vendido discos piratas para sobrevivir, hasta que acumuló seis causas y la condena se hizo firme. Fue entonces cuando la Asociación de ayuda a los Sin Papeles de Ferrocarril Clandestino inició una campaña de petición de indultos y de despenalización del top manta con Mor como bandera. La decisión del Gobierno es un éxito para ellos."Cuando me enteré me puse a bailar, lo celebramos". Mor habla poco, pero su traductor, también senegalés, parece que le lee la mente. "Es muy importante para nosotros que se haya conseguido el indulto", explica. "Llevamos mucho tiempo trabajando por esto", Mor asiente a todo y sonríe recostado en un sofá, está cómodo. "Ahora puedo pasear, ir a una discoteca, estar con mis amigos en la calle...". ¿Y la policía? "Muchos en el barrio ya me saludan", desliza.

Conducir borracho, robar en un centro comercial o vender droga a pequeña escala, sale, jurídicamente hablando, más rentable que vender discos en la calle.

Desde 2003 el artículo 270 del Código Penal fija multas de hasta 3.000 euros y penas de prisión de hasta dos años. De ahí la lucha, a la que se han unido plataformas jurídicas, de artistas y los propios manteros. Pero el proceso es lento, el Gobierno ya ha propuesto algunas modificaciones a la norma. Éstas incluyen la realización de trabajos para la Comunidad como forma de resarcir su pena. Sin embargo, el plazo de enmiendas aún no ha terminado y "todo suele retrasarse más de lo previsto", lamenta la abogada, Teresa Ramos.

La defensa del mantero suma apoyos. En Madrid, en el distrito Centro, por ejemplo, desmantelar la venta ilegal es tan prioritaria como acabar con el botellón, según una portavoz municipal. Sólo en 2009 se llevaron a cabo más de 12.000 intervenciones de la policía municipal contra los vendedores ilegales en toda la ciudad. El año pasado, la capital era la ciudad que más presos acogía por delitos contra la propiedad intelectual (no todos son vendedores). En la región hay unos 30 reos, de los 118 que había en España el pasado mes de octubre por este motivo.

Mientras sus compañeros siguen pateándose las calles con la manta al hombro y la reforma del Código penal se lleva a cabo, Mor intenta recuperar la normalidad en su vida. "Sigo vendiendo en la calle, pero no CD", sólo objetos de bisutería de poco valor que no le complican tanto; ha dejado de refugiarse en su casa o en locutorios de Lavapiés y ha empezado a buscar trabajo, porque asegura que no gana más de 15 euros diarios. Sueña con los papeles, pero eso ya es otra cosa. El indulto no borra sus antecedentes y ésa es la pega fundamental que le impedirá hacerse legal.