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Sanidade promete rebajar un 20% la espera para patologías graves en 2010

La Xunta pretende reducir gastos y aumentar competitividad y eficacia

Pablo Linde

La gestión de las listas de espera quirúrgicas de la Consellería de Sanidade desde que el PP llegó al poder ha tenido un resultado dispar: ha conseguido rebajar la demora entre los pacientes muy graves (de prioridad 1), pero ha aumentado la del resto. El departamento que dirige Pilar Farjas se comprometió ayer a paliar este déficit y rebajar de 75 a 60 días (un 20%) el tiempo que deben aguardar antes de entrar en el quirófano los pacientes de prioridad 2, aquellos graves, pero cuya operación no es tan urgente como los de la 1.

Ésta no fue la única promesa; el de ayer fue un día plagado de ellas en el Servizo Galego de Saúde (Sergas). Como cada año, se firmaba el acuerdo de gestión con cada uno de los equipos directivos de las áreas sanitarias de Galicia. Y, por escrito, se comprometían a cumplir éste y otros objetivos en 2010, resumidos por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en cinco grandes propósitos que buscan "reducir el gasto, aumentar la competitividad y la eficacia".

Feijóo: "Se ha firmado un contrato. Rendiremos cuentas ante los ciudadanos"

El primero de los objetivos es "seguir priorizando la atención a patologías graves y rebajar las de prioridad 2 a 60 días". Supondría mantener la prioridad 1 por debajo de los 30 días -el estándar nacional-, algo que se ha conseguido por primera vez en Galicia, sin que, como ha ocurrido ahora, suba la demora para el resto de pacientes. Según los últimos datos del Sergas (del 31 de diciembre) la prioridad 2 pasó de 65 a 75 días y en prioridad 3, de 73 a 84 días. Qué enfermedades se incluyen en cada una de estas tres divisiones lo tiene que determinar cada médico. Las primeras suponen un riesgo para la vida del paciente; suelen ser dolencias oncológicas, cardíacas o neurológicas. Las segundas son las graves, pero que no entrañan un riesgo inminente de muerte, como puede ser el cambio de prótesis de una cadera. En el último apartado están aquellas operaciones que pueden esperar sin que el paciente se resienta.

El segundo objetivo al que se comprometió Feijóo para este mismo año es "agilizar el diagnóstico y que el 85% de los pacientes tengan el historial clínico informatizado".

La tercera promesa es "seguir incrementando las infraestructuras para llegar a un 75% de rendimiento quirúrgico". Según Farjas, cuando tomó posesión de su cartera, estaba en un 63%, que se ha subido hasta el actual 70%. Este rendimiento no es otra cosa que aprovechar el material de los hospitales para que no esté en desuso durante los turnos ordinarios y se tengan que hacer así el menor número posible de operaciones por la tarde, lo que se conoce como peonadas. Cuando el PP llegó al poder las eliminó para evitar el gasto que suponían las horas extra de los funcionarios. Pero la conselleira mantiene que cuando los turnos normales ya no dan más de sí, se pueden habilitar los extraordinarios para que no redunde en la espera de los pacientes. Sanidade ha puesto en marcha 42 programas de peonadas, que están centradas en las patologías de mayor demanda, agrupadas en especialidades como traumatología, cardiología, cirugía cardíaca, ginecología y urología. Los sindicatos se vienen quejando desde entonces del "oscurantismo" con el que se llevan a cabo estos turnos extraordinarios.

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La cuarta meta comprometida por la Xunta es reducir el gasto farmacéutico y llegar al 85% de recetas electrónicas, cuando los últimos datos del año pasado sitúan en tan sólo un 27%. Por último, Sanidade se compromete a "incrementar la capacidad diagnóstica en atención primaria para no derivar a los hospitales a enfermos que pueden ser atendidos antes".

Feijóo aseguró que el acuerdo suscrito constituye "un contrato social de corresponsabilización para alcanzar una gestión más transparente, eficaz y eficiente y convertir al paciente en el centro de un sistema sanitario". "Los ciudadanos son sus propietarios y ante ellos tendremos que dar cuentas", avanzó. La conselleira Farjas explicó además que habrá una monitorización de cada una de las áreas sanitarias para velar por que cumplan los objetivos marcados.

Más allá de estas promesas de gestión anual, Feijóo detalló que en los cuatro años de esta legislatura la Xunta aspira a duplicar el número de camas hospitalarias hasta llegar a las 6.000, con 3.000 que "se están construyendo" en los nuevos centros.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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