Compás de espera en las Bolsas europeas ante los detalles del rescate
La prima de riesgo de España y Grecia cae esta semana por la mayor confianza de los inversores - Los seguros contra impago de la deuda comienzan a subir
El recién elegido presidente de EE UU presentó el 10 de febrero de 2009 el plan con el que pretendía salvar a su país de la recesión. Después de que Barack Obama diera los detalles de una operación que iba a movilizar más de dos billones de dólares, Wall Street cayó un 4,6%. Los mercados castigaron ese día el plan Obama por su falta de concreción. Justo un año más tarde se ha repetido la escena al otro lado del Atlántico.
Europa oficializó el jueves que no piensa dejar sola a Grecia, y las Bolsas y el euro no han dejado de caer desde entonces. Los mercados acusan una vez más a los Gobiernos de no aportar unos detalles vitales para valorar el rescate. Tras las caídas importantes del jueves, los números rojos se contuvieron ayer. Los parqués esperan a la reunión del eurogrupo y del Ecofin del próximo lunes y martes, donde se espera que se concrete el cómo, el cuándo y, sobre todo, el cuánto de las ayudas.
En este baile de señales y reacciones, los países con problemas crecientes de credibilidad son los que más han sobreactuado esta semana. La Bolsa española se disparaba los días que había señales positivas; y la que más puntos perdía cuando tocaba ser pesimista. Lideró el desplome del jueves de la semana pasada al rozar el 6% negativo. Las primeras noticias de que Europa preparaba el rescate de Grecia le hicieron subir entre lunes y miércoles un 3,5%; y ayer encadenó el segundo día de pérdidas consecutivas. Es verdad que el Ibex cedió ayer sólo un 0,55%. Pero también lo es que fue la mayor caída de los índices europeos más importantes; y que a lo largo de la sesión llegó a caer más del 1%.
Desplome en Atenas
Atenas, un día más, protagonizó los bandazos, con un desplome superior al 3%. El anuncio de que Grecia ha revisado a la baja su crecimiento de 2009 contribuyó a alimentar las sospechas de que su situación económica es aún peor de lo esperado.
No sólo las Bolsas han seguido estas dos últimas semanas cada palabra que salía de los dirigentes europeos. La prima de riesgo que soporta la deuda de las economías periféricas ha experimentado vaivenes como no se recordaba. Las dudas sobre la posibilidad del Gobierno de Zapatero para reducir el déficit hizo que el diferencial de la deuda española sobre la alemana superara los 100 puntos básicos. Pero desde entonces ha caído por debajo de 80 puntos, menos del nivel que tenía antes de que comenzaran las calenturas de la semana pasada. El salto en Grecia ha sido aún más espectacular: de los 326 puntos de principios de semana ha pasado a los 294 de ayer. Pero hay un síntoma de que la confianza de los inversores ha tocado techo. Tras el desplome de los seguros contra impago de la deuda o CDS durante los últimos días, ayer comenzaron a recuperarse tanto los CDS como la prima de riesgo en el caso griego y en el español. El euro, por su parte, continúa la carrera hacia abajo que le ha llevado ya a cotizar a 1,36 dólares.
"En las tres últimas semanas ha habido tres subastas de deuda de España, Grecia y Portugal. Las tres se han cubierto con un exceso de demanda y con precios superiores al inicial", señala Juan Luis García Alejo, de Inversis, como ejemplo de que la situación no era tan grave como en algunos momentos ha hecho pensar el mercado. "Grecia ha llegado a tener un riesgo de impago superior al de países como Kazajistán o Perú, que no están amparados por una divisa como el euro. El mercado siempre tiene el tic de sobrerreaccionar; y ahora no ha sido una excepción", asegura. BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo, apunta en la misma dirección al afirmar: "Grecia no es Lehman Brothers".
José Luis Martínez, de Citigroup, vaticina que todas estas tensiones provocarán un encarecimiento de la deuda. "Si la economía va bien, los tipos de interés subirán, lo que elevará el coste de la financiación. Pero si el crecimiento es más lento, los inversores serán muy selectivos y primarán a los países más seguros. En cualquiera de los dos casos, se van a fiscalizar mucho más a partir de ahora las cuentas de los países", concluye.
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