Zuma ensalza la nueva Suráfrica
El presidente promete en el 20º aniversario de la liberación de Mandela acelerar las reformas para reducir la pobreza, la desigualdad y el paro juvenil en el país
"Este año, 2010, será un año de acción", se comprometió el presidente surafricano, Jacob Zuma, en su discurso del Estado de la nación ante el Parlamento y ante el ex presidente Nelson Mandela, que ayer celebraba el 20º aniversario de su salida de prisión. Zuma, en sus horas de popularidad más bajas ocasionadas por la polémica de haber concebido a su vigésimo hijo fruto de una relación extramatrimonial -lo que contradice los mensajes oficiales para la lucha contra el sida, contrarios a la multiplicidad de parejas-, pronunció un discurso esperanzador y pragmático, al subrayar la necesidad de que el país y sus gobernantes se pongan manos a la obra para atajar la pobreza, el paro juvenil y la desigualdad social, las grandes cuestiones pendientes en el país.
"Este año será un año de acción, con un Gobierno que trabaje con mayor celeridad, más duro y de forma más inteligente", explicó un confiado Zuma en su primer discurso del Estado de la nación tras llegar a la presidencia hace nueve meses. Y el primero en ser auditado en su trabajo será el propio Gobierno, que funcionará al estilo de una empresa, según remarcó, con los ministros firmando acuerdos con el jefe de Estado que detallen cómo, quién, con qué recursos o en qué periodo de tiempo se pretenden conseguir los resultados planeados. En especial, enfatizó el presidente, en materias como educación, salud, desarrollo rural, creación de empleo y lucha contra el crimen.
Con gran énfasis en la creación de empleo, en la mejora en la educación, en acabar con la corrupción y en la lucha contra el sida para revertir la tasa de mortalidad, Zuma aseguró haber cumplido la promesa de crear 500.000 puestos de empleo para combatir la recesión económica, "un objetivo cumplido en un 97%". Aun así, recordó el dirigente surafricano, la crisis, que ocasionó la pérdida de empleo de un millón de personas, no está superada pese a que el país vuelve a dar signos de crecimiento "y volvemos a generar empleo", por lo que el Gobierno pretende ampliar su programa de ocupaciones públicas para la expansión de puestos de trabajo.
Zuma, que no olvidó remarcar que Suráfrica está ya preparada para ser el anfitrión del Mundial de Fútbol el próximo mes de junio, cuajó su discurso de referencias a la lucha de Mandela, quien, flanqueado por su ex esposa Winnie Mandela y por su actual consorte, Graça Machel, seguía la intervención desde una tribuna.
"En la celebración de la liberación de Mandela nos volvemos a comprometer en la reconciliación, la unidad nacional, el no racismo y en la construcción de un futuro mejor juntos, negros y blancos, como surafricanos", finalizó el presidente, quien por la mañana no asistió al evento principal de las celebraciones: la recreación del corto paseo que Mandela, cogido de la mano de Winnie, realizó tras abandonar la prisión de Victor Verster, cerca de Ciudad del Cabo.
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