El menú de Guardiola
El Barça mejora la dieta de los jugadores en la línea de los equipos más profesionales
Cada mañana, en las cocinas de la Ciudad Deportiva del Barcelona, Leo Ortega y su equipo, formado por dos cocineros y tres camareros, preparan desayuno y almuerzo para 40 personas. El menú está basado en verduras, ensaladas, arroces, carnes y pescado. Así ocurre desde que Pep Guardiola se hiciera cargo del primer equipo en 2008 y decidiera controlar la alimentación de sus jugadores. Una vez asentados los hábitos alimenticios, los azulgrana han enriquecido su dieta esta temporada con el consumo al término de cada entrenamiento de unos batidos preparados por el equipo de Ortega y la toma semanal de unos complejos vitamínicos de acuerdo con el criterio del doctor Ramón Segura.
Dispuesto siempre a optimizar el rendimiento de su equipo y convencido de que la mejor manera de evitar lesiones es la prevención, Guardiola invitó al doctor Segura a colaborar desde este curso con los servicios médicos de la plantilla profesional en sustitución de Esteban Gorostiaga. Dado que reside en Pamplona, la colaboración con Gorostiaga era algo complicada. Tampoco ayudó a renovar la confianza con el fisiólogo navarro el que se filtrara un informe suyo en el que desaconsejaba luchar por las tres competiciones: Champions, Liga y Copa del Rey.
El técnico interviene en la alimentación como en los viajes y las concentraciones
Ahora los futbolistas desayunan y comen juntos en la ciudad deportiva
Una de las primeras decisiones de Guardiola como entrenador del Barça fue la de ofrecer a sus jugadores una cobertura nutricional, una práctica habitual ya en muchos equipos europeos y, sin embargo, prácticamente inédita en el catalán. Así, recurrió a Gorostiaga, quien con la ayuda de su equipo de fisiología adaptada al deporte de élite, confeccionó menús para los integrantes del plantel. La orden de Guardiola fue tajante y los futbolistas, desde entonces, desayunan juntos antes de los entrenamientos y después comen en la ciudad deportiva.
Desde la incorporación de Segura, los jugadores ingieren semanalmente un combinado multivitamínico, preparados que se pueden comprar en cualquier farmacia. Dependiendo de las necesidades de cada jugador, evaluadas en controles periódicos de orina y sangre, los futbolistas ingieren hierro, magnesio, vitaminas C y E y antioxidantes. "Alguno se mete tres o cuatro pastillas; yo sólo una. ¡Hierro, mucho hierro!", bromeó ayer uno de los veteranos de la plantilla, que explicó además que el batido que consumen al final de cada entrenamiento varía de sabor: "Hay de vainilla, pero yo prefiero el de chocolate". Los futbolistas tienen bastante claro qué es lo que toman con alguna excepción. De hecho, al inicio de la temporada se les dio una charla, que se repite en momentos puntuales, para informarles. Uno de los futbolistas que más vitaminas ingieren -no el que más- es Messi.
El consumo del batido es obligatorio al término de cada entrenamiento y de cada partido. Son 300 mililitros de hidratos de carbono y proteínas, indicados, según los médicos, para dar de comer a las fibras del músculo. La idea es que ayuda especialmente a que los futbolistas se recuperen mejor después de los esfuerzos. Durante el trabajo, los jugadores beben agua en abundancia y bebidas isotónicas.
Una de las prioridades de Guardiola ha sido generar las mejores condiciones para que los futbolistas puedan rendir al máximo nivel. Así, cambió la rutina de los viajes, y el equipo se desplaza siempre que puede el mismo día de los partidos; limita las concentraciones a los partidos de los torneos europeos y acostumbra a citar a sus jugadores en el estadio dos horas antes del encuentro, y mandó construir la ciudad deportiva no sólo como campo de entrenamiento, sino también con la intención de que se convirtiera en la residencia de los futbolistas profesionales de la misma manera que lo es de la cantera barcelonista.
El entrenador azulgrana ha sido innovador en varios aspectos mientras que en otros ha incorporado prácticas que ya utilizan otros equipos españoles desde hace tiempo, como es el control de la alimentación y el consumo de complejos vitamínicos.
La presencia de Ramon Segura, profesor emérito de la Universidad de Barcelona desde 2006 -anteriormente fue catedrático de Fisiología y jefe del Departamento de Ciencias Fisiológicas- ha reforzado una de las áreas hoy más vitales en un club de fútbol.
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