_
_
_
_
_

"Servimos pedidos a toda España"

La policía ha detenido en la última fase de la Operación Desierto a nueve hombres, entre los que hay varios que apenas han cumplido los 18 años. Eran los cibernarcos, el último eslabón de la cadena, los encargados de hacer llegar la droga directamente a los consumidores o bien a otros traficantes a pequeña escala.

El grupo estaba constituido por cinco marroquíes, un colombiano y tres españoles. Uno de estos últimos, residente en Madrid, era experto en la creación de páginas web a través de las que insertaban los anuncios de venta de cocaína y hachís.

El equipo tenía su base de operaciones en locutorios del barrio de Lavapiés, en Madrid, y en esa misma zona era donde solían realizar las entregas de la droga a los consumidores. Pero tampoco ponían reparos a desplazarse a cualquier punto de España para servir otros pedidos, aunque en estos casos se trataba de alijos de alrededor de medio kilo.

Más información
Los 'narcos' abren tienda en Internet

La policía, durante las investigaciones, ha comprobado que los cibernarcos viajaron en varias ocasiones a Burgos, Valencia, Toledo y Murcia para satisfacer las demandas de los clientes.

Los nueve componentes del grupo están en libertad con cargos por orden judicial, debido a que en su poder se hallaron pequeñas cantidades de droga. Sin embargo, muchos de los demás miembros de la red están en prisión no sólo por narcotráfico, sino también acusados del delito de blanqueo de capitales.

Según estimaciones de los investigadores policiales, los colombianos que estaban en los escalones superiores de la trama criminal movían semanalmente en torno a los 30 o 40 kilos de cocaína.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_