Caballero se queda solo contra la fusión en el pleno de Vigo

Los dos plenos extraordinarios que celebró ayer la corporación municipal viguesa sólo sirvieron para confirmar las posiciones ya conocidas. El alcalde, Abel Caballero, únicamente obtuvo el respaldo de su grupo en "la defensa de la permanencia de Caixanova y de sus órganos de gobierno en la ciudad de Vigo, manteniendo su solvencia y su galleguidad". Es un mensaje que mantienen vivo a cada rato las cuñas radiofónicas realizadas por el PSOE que llaman a la manifestación del próximo martes.

Populares y nacionalistas votaron juntos contra ese planteamiento y para apoyar "las reformas introducidas por la Lei de Caixas" con el añadido, a propuesta del BNG, de "instar a la Xunta a recurrir urgentemente el FROB" (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria).

El FROB, según Santiago Domínguez, teniente de alcalde y portavoz nacionalista, sería fruto del pacto de PP y PSOE para, al hilo de la reestructuración, repartirse entre sus respectivas órbitas el conjunto de las cajas de ahorros españolas. Un recurso contra ese fondo atajará su instrumentalización para la absorción de Caixa Galicia por Caja Madrid, según Domínguez.

Caballero insistió en varias ocasiones en pedir una explicación al ocultamiento de la Xunta, y singularmente de su presidente, Alberto Núñez Feijóo, del supuesto acuerdo alcanzado hace tres meses entre la caja gallega y la madrileña. Caixanova, según argumentó, no necesita la fusión, orientada puramente a resolver "el problema del Norte", y puede salir de la actual crisis con sus propios medios.

Esa retirada de la confianza en Caixa Galicia dio pie a José Manuel Figueroa, el portavoz popular, para acusar al alcalde de "irresponsable" y de buscar meramente una rentabilidad electoral y "complacer a sus colegas del Banco de España, que quieren que las cajas se conviertan en bancos con poder de decisión en Madrid o Barcelona".