Tropas españolas e italianas matan a ocho talibanes que tendieron la emboscada al convoy
Dos cohetes impactan contra la base de Herat poco antes de la llegada de la ministra Chacón
Los talibanes mataron a un militar del Ejército español, pero su plan era mucho más letal. Tras colocar la bomba que el lunes costó la vida al soldado John Felipe Romero Meneses, de 21 años, abrieron fuego contra el resto del convoy español, compuesto por 11 vehículos. Los militares repelieron el ataque y mataron al menos a tres talibanes, y los dos helicópteros italianos Mangusta que acudieron en su apoyo, a otros cinco, según el Ministerio de Defensa, que cree que son los mismos que colocaron el artefacto explosivo.
Se basan en que el material que los militares españoles incautaron a sus atacantes: armamento, munición y utensilios para fabricar explosivos como el que mató a su compañero. A falta del informe del equipo del Centro Internacional de Desminado, que llegó ayer a Afganistán para analizar lo sucedido, todo apunta que la bomba usada es muy similar a la que en octubre costó la vida al cabo Cristo Ancor Cabello, de 25 años.
Porque el artefacto que mató al soldado Romero fue modificado como aquél para "aumentar su capacidad mortífera", según Defensa. "Querían causar el máximo daño posible". Así se lo comunicaron ayer en Herat a la ministra Carme Chacón, que recibió un informe verbal sobre los primeros análisis del atentado.
El vehículo en el que viajaba, como tirador, el fallecido el lunes, al igual que los seis heridos -un BMR, el más antiguo de las fuerzas armadas- quedó destrozado y ha sido trasladado a la base de Qala-i-Naw. Hasta allí se ha desplazado el equipo del Centro Internacional de Desminado. Los talibanes tendieron la emboscada al convoy español justo cuando éste iba a recoger los restos del vehículo. Los BMR no están preparados para soportar explosiones tan potentes, pese a que se les había reforzado el blindaje hace dos años. Defensa confía en poder sustituir todos los BMR en Afganistán con los nuevos RG-31, más seguros, en primavera.
Mientras, la tensión es máxima y prueba de ello es que, apenas unas horas después del atentado mortal y la emboscada contra las tropas españolas en las proximidades de la peligrosa localidad de Sang Atesh, los insurgentes lanzaron tres cohetes de fabricación casera sobre la base española de Herat. Era noche cerrada.
El coronel del acuartelamiento escuchó tres explosiones y activó el protocolo de alerta. Los militares buscaron el lugar donde habían impactado los tres cohetes. Sólo encontraron dos, los que habían logrado traspasar el perímetro de la base, según Defensa. Cayeron en la pista del aeropuerto donde horas después aterrizó el avión en el que viajó Chacón, acompañada por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa y el Jefe del Estado Mayor del Ejército, desplazados a Afganistán para repatriar al soldado fallecido, visitar a los heridos y conocer los detalles sobre lo sucedido.
Tres de los heridos (dos graves), llegaron anoche a España. Ninguno corre peligro. Presentan quemaduras, dientes rotos... El soldado Ospina, de nacionalidad colombiana, sufre rotura de tibia y peroné. Otros tres militares que resultaron heridos leves rechazaron la posibilidad de volver. Permanecerán en Afganistán hasta el fin de su rotación, en marzo. Chacón ha pedido comparecer en el Congreso para informar. Defensa canceló una reunión prevista con los portavoces parlamentarios para informarles de la intención del Gobierno de enviar 511 soldados más a Afganistán.
La ministra participó en la base afgana de Herat en un homenaje al fallecido, al que se le ha concedido la Cruz al mérito militar con distintivo rojo, premio al valor en acciones de combate. Chacón agradeció a los militares en Herat sus esfuerzos por conseguir "que el mundo sea un lugar más seguro" y añadió: "Es importante que recordemos que nuestra presencia aquí es necesaria, como la de los 80.000 soldados de 43 países que nos acompañan".
Los homenajes empezaron ayer. El Ayuntamiento de Mollet del Vallès (Barcelona), donde vive su familia, convocó un minuto de silencio al que asistieron más de un centenar de personas. A las 23.40, el avión con el cadáver de Romero y los soldados Jordi Francesc Rubio y Daniel Ospina, heridos en el ataque, llegó al aeropuerto de El Prat de Barcelona, informa Camilo S. Baquero. Una veintena de soldados recibieron el féretro. Chacón apareció visiblemente cansada y temblando de frío. El coche fúnebre esperaba en la pista y el cortejo se vio interrumpido cuando la hermana de Romero rompió a llorar, y fue atendida por los militares.
Romero tendrá hoy un funeral con honores. La ceremonia será a las 10.00 en el Acuartelamiento del Bruc, en Barcelona, y en ella estarán el príncipe de Asturias; Chacón y el presidente catalán, José Montilla. No irá el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que esta noche tiene una cena en la embajada española en Washington. Sí lo hará el líder del PP, Mariano Rajoy, informa Europa Press.
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