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Una cita de tanteo y mutuo reconocimiento

La reunión que mantienen hoy el lehendakari, Patxi López, y el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, servirá para institucionalizar y dar regularidad a sus citas, que adquirirán una periodicidad más o menos bimestral y no serán, en su mayoría, públicos. Ambos podrán también realizar un tanteo mutuo de intenciones, voluntades y posibilidades de entendimiento a corto y medio plazo, condicionadas inevitablemente por la proximidad de las elecciones municipales y forales de 2011. Por lo demás, ni una ni otra parte albergan expectativas de acuerdos concretos.

El lehendakari ha optado por conceder a Urkullu esta interlocución privilegiada fuera de la Cámara, ya que el presidente del PNV no puede ser parlamentario por la reglamentación interna de su partido. Ello supone un reconocimiento expreso de su liderazgo sobre el primer partido de la oposición.

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Las dos semanas previas han ido enrareciendo el clima de la cita de hoy, por el cuestionamiento recíproco de la capacidad de ambos interlocutores: en el caso del lehendakari fue realizado directamente por Urkullu; en el de éste, por el portavoz socialista, José Antonio Pastor. El mismo papel ha jugado la áspera polémica tras la operación de la Ertzaintza contra ETA.

López pretende obtener una garantía de reconocimiento y respeto institucional a su figura y que Urkullu controle las descalificaciones, incluso personales, y el cuestionamiento a su dedicación y capacidad para el cargo que distintas voces peneuvistas realizan con asiduidad. El líder del PNV desea de su lado lograr hoy otra garantía concreta: la de que la actuación de los últimos gobiernos no será utilizada como arma por el PSE en su discurso público.

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Con estas cuestiones de respeto básico por delante, el contexto general es mejor que el de su primera cita, hace ahora siete meses, salvo el periodo preelectoral en que los partidos han entrado ya. "A todos nos ha dado tiempo de asentarnos; a nosotros en la oposición y a ellos en el Gobierno", indican fuentes del PNV. Así lo demuestran los acuerdos alcanzados sobre asuntos de verdadero calado: el pacto para la estabilidad institucional y presupuestaria en diputaciones y ayuntamientos; el acuerdo entre Eudel e Interior para acabar con los espacios de impunidad en apoyo de ETA o de ofensa a sus víctimas; el apoyo al blindaje del Concierto en el Congreso o los consensos en el Órgano de Coordinación Tributaria y el Consejo Vasco de Finanzas. Tanto el PSE como el PNV seguirán obligados por su condición de partidos de gobierno en distintas instituciones.

Sobre esa base de corresponsabilidad ineludible, el lehendakari quiere exponer a Urkullu una decena de cuestiones que considera de calado estratégico para el país, para las que desearía contar con la colaboración peneuvista y de las instituciones en que este partido gobierna. El giro estratégico a la sanidad o la ordenación y sostenibilidad de los servicios sociales resultan especialmente importantes para el Ejecutivo.

El veto del PNV al traspaso de las políticas activas de empleo, una prioridad para López, y la disposición ante la ley Municipal serán también objeto de debate. Sobre éste ultimo asunto y otros que implican a las tres diputaciones, el lehendakari quiere ver hasta dónde puede garantizar el presidente del PNV una posición de partido que discipline a los diputados generales.

Donde no resulta fácil que se encuentren es en la idea del presidente del PNV de comprometer un cambio de marco jurídico. López desdeña abrir ese debate en esta legislatura, que no quiere complicar con una polémica que distraería de su objetivo principal de hacer frente a la crisis. El todo caso, fuentes cercanas a Urkullu señalan que la disposición de éste a escuchar y estudiar cualquier oferta que el lehendakari realice es plena y niegan que la supuesta falta de química entre ambos vaya a condicionar el futuro de sus relaciones. Entre las dificultades para la cita se halla, justamente, la expectación creada por su condición pública.

La reunión está prevista a las 10.30 en la sede de Lehendakaritza en Vitoria. En contra del uso habitual en estas citas, Urkullu eludirá ese marco y partirá luego a Bilbao para ofrecer una rueda de prensa en la sede de su partido.

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