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Un grupo tanzano importó droga a El Prat a través de 'muleros'

Jesús García Bueno

Un grupo de ciudadanos de Tanzania asentado en Barcelona ha dedicado los últimos años a distribuir grandes cantidades de droga en España y Europa. Los miembros de la red -todos ellos pertenecen a la misma tribu- encargaban a muleros de distintas nacionalidades que introdujeran cocaína, heroína, hachís y psicotrópicos a través del aeropuerto de El Prat. Una vez que el mulero, que guarda la droga en el interior de su cuerpo, llegaba a su destino, la banda distribuía la droga con eficacia.

La red ha sido ahora desarticulada por el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) en una operación que se ha alargado más de un año. En este tiempo, los agentes han detenido a 48 personas que transportaban la mercancía. El comportamiento de uno de ellos, de origen argentino, levantó las sospechas de los agentes. Éstos comprobaron que en el interior de su organismo albergaba 72 cilindros de cocaína. Su testimonio fue clave para que los agentes tiraran del hilo y llegaran hasta el grupo distribuidor. Para los investigadores, el hecho de que el núcleo de la banda sea tanzano supone una novedad, ya que este tipo de redes de alcance internacional no estaba, hasta ahora, en manos de africanos.

Una tribu conectada

La cocaína procedía de diversos países de Suramérica y la heroína se trasladaba desde Turquía. Uno de los muleros contratados por la organización, de nacionalidad japonesa, intentó colar 4,5 kilos de heroína a través de El Prat vía Grecia. Los agentes también lo descubrieron antes de que entregase la sustancia estupefaciente al grupo tanzano. Los muleros detenidos en la operación ocultaban la droga no sólo en su cuerpo, sino también en fajas, en dobles fondos de maletas o camuflada en toda clase de objetos.

Los agentes se han incautado a lo largo de un año de operación de casi 44 kilos de cocaína y seis de heroína, además de 15.000 euros en metálico.

Los detenidos están acusados de asociación ilícita, tráfico de drogas, contrabando, falsificación de documentos y usurpación del estado civil. El líder de la banda era un ciudadano tanzano y su mano derecha era una mujer española. Ambos residían en Santander, desde donde dirigían todas las operaciones.

La banda no estaba sola. Los presuntos narcotraficantes tanzanos recibían la droga a través de compatriotas suyos afincados en Argentina, Brasil, Grecia y Turquía. Cada una de sus células actuaba de forma independiente, aunque, al ser la mayoría de una misma tribu, mantenían fuertes lazos de parentesco.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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