Cae el riesgo de sufrir un accidente de tráfico y se reducen los 'puntos negros'

El tramo de la B-210 que va de Viladecans a Gavà es todo un clásico en el top ten de carreteras más peligrosas. Lleva años en esa lista. También aparece en la última, aunque ha evolucionado: el riesgo ha dejado de ser "muy elevado" para pasar a ser sólo "elevado" y se ha reducido la longitud del tramo conflictivo. El caso de esta vía secundaria, por la que circulan a diario casi 12.000 vehículos, ilustra lo que ocurre en el resto de Cataluña con los llamados puntos negros: haberlos haylos, pero cada vez en menor medida. El riesgo de sufrir un accidente, además, ha caído un 18%.

"Ya casi no son negros, sino rojos", bromeó Lluís Puerto, responsable de seguridad vial del RACC, que ayer presentó un estudio sobre los tramos más delicados (y los más seguros) de la red vial. Puerto aludía así a los colores con los que se identifican dos tipos de riesgo: el máximo (el 3% de las vías analizadas) y el que le sigue, "elevado" (14%). Según el estudio, en Cataluña "no quedan tramos significativos de riesgo muy elevado", por lo que el rojo se impone por primera vez en las 10 primeras de la lista.

La lista se confecciona cruzando el número de accidentes (con muertos o heridos graves) y la intensidad de tráfico de cada vía. El resultado es que en los últimos años los tramos más conflictivos han caído el 22%. Aunque hay carreteras en mal estado en todas las provincias, Tarragona y Girona se llevan la palma. "Han mejorado. Hace unos años, sobre todo Tarragona, estaba mucho peor", detalló el responsable del RACC. Las carreteras con mayor riesgo son vías secundarias, de una única calzada y con un nivel de circulación escaso.

Pero el estado de la vía no es la única causa de accidentes. Influyen el vehículo y, sobre todo, la actitud del conductor. "Que en un tramo haya más accidentes no significa que se deban hacer actuaciones específicas, porque a veces no es el problema. Aun así, no dejamos de invertir", precisó Jordi Follia, director de Carreteras del Departamento de Política Territorial.

Los tramos con más accidentes (no necesariamente los más peligrosos) están en el área de Barcelona, por la alta concentración de tráfico. En el número uno aparece la C-31, entre El Prat de Llobregat y L'Hospitalet. En un tramo de siete kilómetros se registran 1,2 accidentes con muertos o heridos graves por kilómetro. En el otro lado de la balanza se sitúan los 376 kilómetros con riesgo cero: en el trienio 2006, 2007 y 2008 (el que analiza el estudio Eurorap, de ámbito europeo) no se ha producido ningún siniestro.

Las motos y los camiones funcionan de otra manera. Sus riesgos están más "localizados". En el caso de las motos, lo más arriesgado son carreteras con alta concentración de motos o con curvas, donde se practica el pilotaje recreativo. En el caso de los vehículos pesados, la N-340 acumula tres de los 10 tramos con más accidentes.