Sarriegui se globaliza
Miles de vascos celebran la Tamborrada en la diáspora - La Marcha suena desde Buenos Aires, México DF, Madrid y Barcelona
Sobre un escenario de madera decenas de tamborreros entonan las melodías de Sarriegui. No es Azpeitia, ni mucho menos la plaza de la Constitución, sino Cañuelas, una pequeña localidad en la provincia de Buenos Aires (Argentina). A miles de kilómetros de la fiesta donostiarra, los descendientes de vascos en Cañuelas realizan una meritoria Tamborrada, que, como coincide con vacaciones, la trasladan a finales de marzo y de paso celebran el Aberri Eguna. En el resto del país, decenas de asociaciones y euskal etxea se encargan de que no decaiga la tradición. "Son muy emocionantes para nosotros estas celebraciones para mantener las raíces y que nuestros hijos vivan las tradiciones vascas", cuenta por teléfono Margarita Mathieu, de 69 años, nieta de vascos de Iparralde y ex presidenta de la Asociación Denak Bat en Cañuelas.
Cañuelas, en la provincia de Buenos Aires, celebra la fiesta donostiarra
Las 'euskal etxea' de Barcelona y Madrid y varios restaurantes organizan cenas
En México, la euskal etxea de DF celebra todos los años la Tamborrada. Desde su página web invitan a la colonia vasca a sumarse a la fiesta. Un programa especial de la Cadena SER hará esta noche y mañana de puente entre las familias y los vascos que no pueden disfrutar del festejo. Es el caso de Leire, que lleva tres años en México. Su tía Merche le llamará en directo y sonará la Marcha de San Sebastián por la radio.
A este lado del Atlántico, desde hace 47 años, Jai Alai moviliza a los donostiarras en Madrid. Este año se espera que 400 personas se acerquen al restaurante. Si el Ayuntamiento lo permite se hará la izada en la calle. "Otros años sólo nos han dejado 15 minutos, lo justo para un par de piezas", explica Manuel Aramburu, uno de los fundadores de la Tamborrada en la capital. Cuando la fiesta cae en fin de semana, los tamborreros de Jai Alai cogen el autobús y llegan a San Sebastián al amanecer. Se incorporan a la fiesta junto a la Peña Anastasio. "Este año no va a poder ser, aunque es muy emocionante tocar en San Sebastián. En Madrid, intentamos que nuestros hijos vivan la fiesta, son nuestra cantera".
En el centro de la capital, cerca del Congreso, el restaurante Zerain abre sus puertas a la Tamborrada. Un centenar de personas, entre una clientela fija que no se pierde una y los que cada año se enganchan a la fiesta, tocarán los tambores a partir de la madrugada. "La gente se vuelve como loca; lo sienten muchísimo", cuenta Pedro Fernández Castellejo, director del establecimiento.
Las euskal etxea de Madrid y Barcelona juntan a sus socios y amigos en una noche en la que se aprovecha para reunir a la diáspora vasca. El restaurante Taktika de Barcelona se une como otros años a la fiesta y tiene preparado un menú en el que habrá algún plato con angulas (que no gulas).
En Madrid, el próximo domingo saldrá a la calle la Tamborrada txiki. Unos 40 niños tocarán la Marcha de Sarriegui. Ya lo dicen, son la cantera.
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