La crisis recorta los ingresos y la calidad de vida de los inmigrantes
El sueldo medio en la región ha caído un 10%, hasta 900 euros - El 13% gana menos de 600 - El paro entre los hombres se duplica en un año
Las condiciones de vida del más de un millón de inmigrantes que vive en la Comunidad (1.113.551 empadronados) se han deteriorado en el último año hasta casi el desplome. La encuesta anual de la Consejería de Inmigración que ayer presentó su titular, Javier Fernández-Lasquetty, radiografía la factura que ha pasado la crisis a los extranjeros en los últimos 12 meses: la pérdida de empleo, el aumento de la temporalidad y los salarios más bajos -hasta el 68,4% gana menos de 1.000 euros- han castigado con mucha intensidad. El número de desempleados inmigrantes en Madrid alcanza el 21,17% frente al 12,46% de españoles, según la última Encuesta de Población Activa (EPA). El paro se duplica entre los hombres, pasando del 26,1% al 13,12% en sólo un año.
Solamente el 28% consigue un sueldo de más de 1.000 euros al mes
El descenso en el bienestar se traduce, entre otras cosas, en un considerable hacinamiento en las casas (hasta el 10% viven con más de siete personas), en un retroceso en el uso de los servicios bancarios (menos cuentas corrientes y menos tarjetas de crédito) y en una mayor precariedad laboral y sueldos más bajos (el 13,1% gana menos de 600 euros mensuales y el ingreso medio baja de 1.000 a 900 euros). La muestra, elaborada por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, fue realizada entre octubre y noviembre de 2009. Se entrevistó a 3.283 personas de 10 nacionalidades.
El uso de las cuentas bancarias ha descendido del 83,6% al 74,5% y también la posesión de tarjetas de crédito, del 74,4% al 67,9%. Una situación que se enmarca en el hecho de que los inmigrantes, para montar sus negocios, tiran de sus propios ahorros (más del 41%) que de préstamos (13%). También lo favorece un contexto en el que algunas corporaciones financieras, como el BBVA, han cerrado sus servicios específicos para extranjeros (crearon unas oficinas en marzo de 2007 que clausuraron a comienzos del año pasado). Desde estas entidades aseguran que todavía no han estudiado las cifras que atañen a los inmigrantes.
El descenso en el bienestar de los inmigrantes se traduce en que cada vez tienen menos domicilios en propiedad y en el aumento de personas sin contrato laboral (alcanza ya el 22% del total). Y en otras cifras más sutiles. Por ejemplo, que el número de inmigrantes con hijos ha descendido del 54% al 50%, un dato que se achaca a que la coyuntura no permite traerse a los hijos. O que los hogares con Internet han bajado del 50% al 44%.
El dato de Internet es sintomático, ya que esta herramienta es una ventana fundamental de comunicación con sus países de origen. Entre otras cosas por los servicios de telefonía a través de la red, como el programa Skype, que abaratan mucho las llamadas internacionales.
También han descendido, aunque ligeramente, las parejas mixtas entre extranjeros y españoles. Si el año pasado eran un 8% del total, ahora son el 7%. Los nacionalizados, sin embargo, aumentan un punto, hasta el 14%, por la culminación de los trámites, que duran una media de tres años.
"No vamos a negar que ahora nuestros compatriotas viven más amontonados para abaratar costes, es normal vivir muchos en cada domicilio", analiza Corina Meza, presidenta de la Asociación Guaraní de paraguayos en Madrid, una de las pocas nacionalidades que siguen llegando a Madrid. Y así proliferan en las marquesinas de autobús los carteles multilingües ofreciendo habitaciones. Por ejemplo, el de Silvia, ecuatoriana en paro que tiene a dos inquilinos que le ayudan a pagar su hipoteca en Carabanchel.
"Por supuesto que en el último año se ha notado un incremento tremendo en las búsquedas de empleo y en las ayudas", prosigue Meza. Una percepción compartida por las parroquias de rumanos y por su propia embajada. "La impresión subjetiva es que muchos se están marchando porque abandonan las bolsas de trabajo y las ayudas de iglesias y asociaciones", comentan.
Poniendo la lupa sobre los resultados laborales, se constata que trabajan por cuenta ajena la inmensa mayoría de los inmigrantes, el 89,9%, y sólo por cuenta propia el 9,3%. Una cifra que se mantiene estable.
Sólo el 28% de los inmigrantes gana más de 1.000 euros al mes. En 2008 alcanzaba el 36,4%. Para Miguel, ecuatoriano y jefe de una cuadrilla de obreros, eso se debe a la falta de horas extras en el sector de la construcción, donde los sueldos base se incrementaban con muchos pluses. "Aunque se trabaje lo mismo ya no se cobran", cuenta Miguel. También ha bajado el precio de la peonada y ahora es posible encontrar manos dispuestas a trabajar por 20 euros por una jornada de más de 10 horas.
Fernández-Lasquetty, que desgranó las cifras ante la prensa, achacó los datos a la "catastrófica" gestión económica del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y a su manejo de la crisis. El consejero, que se felicitó porque no se hubiera deteriorado la convivencia en los dos años de dificultades económicas, también comentó la decisión del alcalde de Vic de dificultar el empadronamiento de los inmigrantes sin documentación, con la que se mostró absolutamente disconforme y a la que calificó de "ilegal".
Precisamente, la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, afirmó ayer que la tasa de paro de los inmigrantes, que en el global de España alcanza el 28%, "ha tocado techo y desde el primer trimestre de 2009 la situación está estancada".
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