El sumario del asesinato de Polop confirma el móvil urbanístico
Una copia de las investigaciones, custodiada en un banco
El móvil del asesinato de alcalde de Polop, Alejandro Ponsoda, del PP, ocurrido hace dos años fue el urbanismo, según el sumario del caso. La magistrada instructora, la titular del Juzgado número 2 de La Vila Joiosa, levantó ayer el secreto de las actuaciones, dos meses después del primer arresto. Por estos hechos la juez ha enviado a prisión a siete personas, entre ellas, el sucesor de Ponsoda en la alcaldía, Juan Cano, también perteneciente al PP. Las precarias condiciones de seguridad del juzgado ha llevado a la magistrada a ordenar la custodia de una copia del sumario (7.000 folios) en un banco.
La investigación policial, dirigida por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, apuntó desde el comienzo de las pesquisas al urbanismo como móvil del crimen. Polop (localidad alicantina de 4.600 habitantes) tiene en marcha un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que preveía multiplicar por diez la población.
Las diligencias apuntan al sucesor de Ponsoda como cerebro del crimen
El sumario del caso sostiene que el último de los siete detenidos, el ex alcalde Juan Cano, estaría tras la autoría intelectual del tiroteo a Ponsoda, que habrían ejecutado dos sicarios checos. La principal prueba de cargo contra los implicados sería la declaración de Raúl Montero Trevijo, el primero de los detenidos, condenado por narcotráfico. Es él quien habría situado al dueño y al gerente del club Mesalina, a las afueras de Benidorm, al empresario del calzado de Polop y al alcalde de la localidad, Juan Cano, en un reservado del lupanar donde se habría urdido el compló.
Juan Cano fue concejal de Urbanismo entre 1995 y 2003, año en el que fue homologado el Plan General de Polop, que reconocía 11 sectores urbanizables en 7 millones de metros de su término municipal. Pero en las elecciones de 2003 fue apartado de la lista del PP porque unos meses antes llegó a la dirección provincial del partido una grabación (incorporada al sumario) en la que el mismo Cano, siendo regidor, solicitaba dinero a un empresario a cambio de la concesión de unos permisos.
Entonces Cano se alió con Joaquín Montiel, otro concejal, para obtener en 2004 la dirección del partido en la localidad, lo que sirvió para volver a ser concejal en 2007 y recuperar el control del urbanismo, aunque la mayoría de los sectores ya habían sido adjudicados en su ausencia.
Cano aprovechó su paso por la política para incrementar exponencialmente su patrimonio. En 2007 era titular de 24 cuentas bancarias, y un año antes, su mujer tenía ya 25. En algunas de ellas recibieron ingresos idénticos de hasta 220.000 euros en anualidades diferentes de empresas con intereses urbanísticos en Polop. Meses antes del crimen, Ponsoda rechazó un plan urbanístico que prevía otras 5.000 casas, y que contaba con el visto bueno de Cano.
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