Terrorista hasta en vídeo
El agente doble jordano que atentó contra el espionaje de EE UU aseguró en una grabación que quería vengar la muerte del líder de los talibanes en Pakistán
El terrorista suicida jordano que asesinó a siete agentes de la CIA y a un oficial jordano en Afganistán el mes pasado grabó un vídeo en el que asegura que perpetró el ataque para vengar la muerte, en 2009, del jefe talibán paquistaní Baitulá Mehsud.
En la grabación, difundida ayer por la cadena árabe Al Yazira, Human Jalil Abu Mulal al Balawi aparece vestido de camuflaje y con un arma en su regazo. "Ésta es una carta a los enemigos de la nación", dice, en referencia a la nación islámica o umma. "A los servicios secretos jordanos y a la CIA".
El terrorista, que luce una barba poblada, se sienta junto a otro hombre al que una televisión paquistaní ha identificado como Hakimulá Mehsud, un agresivo joven que tomó las riendas de los talibanes en Pakistán tras la muerte de su hermano Baitulá y que ha desencadenado una intensa oleada de atentados. Detrás de ambos se despliega una tela negra con la leyenda: "No hay otro Dios que Alá y Mahoma es su profeta".
La imagen respalda la afirmación de los talibanes de que Balawi tenía, cuando menos, el apoyo de la dirigencia de ese grupo en Pakistán. En el vídeo, Balawi dice: "Nunca olvidaremos la sangre de nuestro emir Baitulá Mehsud, la gloria de Dios sea con él. Nos vengaremos de su muerte en Estados Unidos y fuera de Estados Unidos". Mehsud murió en un ataque de aviones no tripulados de la CIA en agosto de 2009.
Balawi, un médico que trabajó en un campo de refugiados palestinos en Jordania, se hizo estallar el 30 de diciembre en la base de la CIA en Khost, al este de Afganistán. EE UU lo ha descrito como un doble agente que fue invitado a la base porque la CIA creía que podría entregar a jefes de la red de Al Qaeda.
Los servicios secretos creen que Balawi se preparó pacientemente durante al menos un año para asestar un golpe decisivo a las operaciones de la inteligencia estadounidense en la región.
Poco después de que Al Yazira mostrara el vídeo, el padre de Balawi confirmó, con lágrimas en los ojos, que se trataba de su hijo. "Tengo el corazón roto", dijo, a las puertas de su casa en Ammán, la capital jordana. "¿Quién destrozó a la persona que yo crié? ¿Quién convirtió a un médico en alguien que pudo hacer algo así?". Pese a ello, justificó el atentado al asegurar que "el mundo islámico odia a Estados Unidos por la muerte de inocentes" y que su hijo "dio la vida por los oprimidos".
Balawi fue detenido el año pasado por las autoridades jordanas durante la ofensiva israelí en Gaza, y fue interrogado sobre sus escritos yihadistas en Internet. Quedó en libertad al cabo de tres días y, según su esposa, desapareció en Pakistán. El Gobierno jordano sostiene que fue Balawi quien les contactó más tarde, desde Pakistán, para ofrecer información sobre Al Qaeda.
Al Yazira asegura en su página web que recibió el sábado el vídeo, y que muestra a Balawi "disparando un arma mientras describe cómo el ataque tendría como objetivo a agentes de los servicios de inteligencia jordanos y estadounidenses". Además de los siete agentes de la CIA, el atentado mató a Sharif Ali Bin Zeid, oficial de la inteligencia jordana y pariente lejano del rey Abdulá. Se cree que él estaba a cargo de Balawi y fue quien lo llevó a la reunión de los agentes estadounidenses en la base Chapman, de Khost, cerca de la frontera paquistaní.
"El yihadista que sigue el camino de Dios no saca su religión a subasta, incluso aunque le pongan el sol a su derecha y la luna a su izquierda", dice Balawi en el vídeo.
Talat Masood, un general paquistaní retirado, cree que, además de la red de los Mehsud, otras facciones talibanes pueden estar implicadas en el atentado en la base de Khost. Al Qaeda y los talibanes afganos también lo han reivindicado.
El Gobierno paquistaní cree que el vídeo ratifica su teoría de que la mayor amenaza terrorista no procede de la red afgana de los Haqqani, sino de los talibanes paquistaníes bajo la dirección de Mehsud.
Los talibanes en Pakistán
- Baitulá Mehsud, jefe talibán paquistaní, acusado del asesinato de la ex primera ministra Benazir Bhutto, murió en agosto de 2009 en un ataque de drones, aviones no tripulados de la CIA.
- Dos meses después, una ofensiva militar paquistaní contra Waziristán del Sur puso en fuga a sus seguidores, que se refugiaron en áreas tribales vecinas.
- Reorganizados bajo el mando de Hakimulá Mehsud, lanzaron una serie de atentados que han acabado con la vida de 600 personas en tres meses.
- Las tensiones entre Estados Unidos y Pakistán se agudizan. Washington lamenta que Islamabad no actúe en Waziristán del Norte, refugio de los talibanes afganos. Esa operación resulta vital ante el aumento de tropas ordenado por Obama en Afganistán.
- Pakistán asegura que sólo tiene capacidad para combatir a los talibanes de Mehsud. Varios analistas creen que las diversas facciones integristas actúan de forma cada vez más coordinada.
- La CIA ha incrementado los ataques con drones contra las bases talibanes en esa región.
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