"yo no tenía una agenda oculta"
"Se le va a expulsar en el próximo avión". Ésa es la única explicación que Luis Yáñez-Barnuevo, eurodiputado socialista, y su esposa, la también diputada del PSOE por Sevilla, Carmen Hermosín, obtuvieron de la policía cubana en las dos horas que permanecieron retenidos en una sala del aeropuerto José Martí de La Habana el pasado domingo. Y así fue. Los pasaportes se los devolvieron una vez embarcados de nuevo en el mismo avión que les trasladó a Cuba, "como si fuéramos a escaparnos", dijo ayer el veterano político socialista andaluz en conferencia de prensa.
Yáñez y Hermosín, a quien no se le impidió la entrada, tenían previsto pasar seis días de vacaciones en La Habana, del 3 al 8 de enero, por lo que tramitaron un visado de turistas a través de la agencia de viajes con la que contrataron la estancia. El eurodiputado recalcó ayer el carácter privado de su visita, sin ninguna "misión" política por encargo del Gobierno, ni del Parlamento europeo ni de su partido. "No tenía una agenda oculta. Yo no había llamado a nadie, ni mandé correos electrónicos antes de salir desde España, aunque mi intención era reunirme con algunas personas, con el único límite de que fueran personas partidarias del diálogo y la reconciliación nacional, que fuera demócratas". Yáñez aseguró que no tenía ninguna cita cerrada, aunque "posiblemente" aprovecharía para contactar con los disidentes cubanos Elisardo Sánchez y Manuel Cuesta Morúa y también con otros conocidos suyos pertenecientes al oficialismo del régimen castrista.
El diputado europeo calificó de "error" su expulsión, pero confió en que el "incidente" no genere ninguna trifulca política entre España y Cuba, sobre todo, en plena presidencia española de la Unión Europea.
"Yo soy crítico con el Gobierno cubano como con otros que no respetan los derechos humanos", reconoció Yáñez. Pero dicho esto, dejó claro su apoyo al cambio de relaciones de la UE con el Gobierno de Raúl Castro, que patrocina el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. "La posición común de la UE tiene 15 años, se ha quedado obsoleta y merece ser revisada. Apoyo el esfuerzo de Moratinos de abrir una nueva etapa de diálogo con Cuba", subrayó.
