"La mañana siguiente a la cabalgata ya pienso en la del próximo año"
La creadora es responsable de los espectáculos al aire libre del Ayuntamiento
Un día cualquiera en la vida de la artista Delia Piccirilli (Madrid, 1960) consiste en reflexionar sobre carrozas fosforescentes, contratar saltimbanquis, duendes y jirafas, diseñar pirotecnia navideña y sobrevivir a la tradicional cabalgata de Reyes el día antes de su cumpleaños. "Sí, me encargo de dirigir la cabalgata y nací un 6 de enero... A esto se le llama ser tocada por los dioses", ironiza con gesto de resignación. Sin embargo, la parte positiva de semejante destino es haber sido ídolo de su hijo pequeño, que durante años se enorgullecía de tener una madre que "trabaja para los Reyes Magos".
Desde que recibió el encargo de este desfile, en el invierno de 2003, Piccirilli ha dejado los pinceles y la creación para dedicarse por completo a los eventos y festividades que le encarga el Ayuntamiento. No sólo actos invernales, sino todo lo que tenga que ver con cultura y se celebre de puertas afuera, como carnavales -donde este año veremos el reciclaje y reutilización de la carroza en honor al centenario de la calle de la Gran Vía-, San Isidro y verbenas populares.
La carroza del centenario de la Gran Vía se usará de nuevo en carnaval
"Mi última exposición artística fue en el año 2005. Cuando empecé a dirigir la Oficina de Actividades Culturales en la Calle tuve que cerrar el estudio... Y hasta hoy; sigue cerrado a cal y canto", suspira la creadora, licenciada en Bellas Artes y especializada en escenografía en Milán, por no perder la tradición teatral que le inculcó su padre. "Nunca he podido compatibilizar mi profesión artística con otros trabajos más relacionados con la dirección de arte en festivales de teatro, cine y publicidad. Para mí, la creación implica meterte en el estudio y no salir, pensar mucho la obra, investigar... No se trata de ser un pintor de fin de semana, sino de hacer las cosas bien, y la dirección de eventos requiere mucha entrega".
En la campaña navideña, de su entrega dependen cosas como que los pajes lanzacaramelos estén preparados con sacos de dulces sin gluten, que los niños entiendan el mensaje pacifista de las indefinibles carrozas luminosas o que los tres Reyes Magos no se electrocuten. Lluvia, bombillas, tronos entre cables... Esas cosas pasan.
Para Piccirilli, lo más difícil es el funambulismo económico por recortes de presupuesto (de 1.300.000 euros en 2008 se ha pasado a 940.000 euros este año) y decidir el leitmotiv del siguiente desfile. "La mañana siguiente a la cabalgata ya me entra la paranoia con la del próximo año. Prácticamente empezamos a trabajar al día siguiente, porque se nos echa el tiempo encima y tenemos que contratar a las compañías que darán forma y animarán la temática elegida. Cuando ya tenemos una idea, sólo nos queda buscar a las compañías de teatro callejero que puedan encajar y adaptar su espectáculo a nuestro planteamiento y presupuesto", explica la directora.
Así, en la Cabalgata de esta tarde se intentarán poner en escena temas tan etéreos como Encuentro de las culturas por la paz y La vuelta al mundo en 80 días de Phileas Fogg, héroe de Julio Verne. Las compañías Morboria Teatro, Off, Pasticiens Volants o Paradas Show, entre otras, sorprenderán a niños y mayores con un desfile multiétnico y evocador que incluye un recorrido por las ciudades del mítico viajero: Londres, Bombay, Hong Kong, Yokohama, San Francisco o Nueva York traducidas en un dragón chino, enigmáticos músicos indios, violinistas de Europa del Este e incluso un elefante mecanizado de 10 metros de largo por cinco de alto que dejará a más de uno boquiabierto.
"Te pones en la piel del niño a la hora de pensar personajes cercanos y reconocibles, pero no todo es desde el punto de vista infantil. Se trata también de añadir ese momento sorprendente que emocione al público adulto", añade Piccirilli, mientras pasea junto a las tres gigantescas carrozas reales, de 2.000 kilos de peso cada una, 800.000 bombillas led y 3.000 metros de hilo luminoso.
Entre los efectos visuales de la cabalgata, la directora se confiesa cautivada por la Dama de la paz, una bailarina suspendida por 300 globos de helio que representan una bandada de palomas de la paz, y por la colección de jirafas coloradas que se pasearán por las calles de Madrid. "¡La manada de jirafas será una imagen muy poética! Son 15 jirafas hechas de lycra y enganchadas con anillados que les dan forma. Estarán precedidas por zancudos y manejadas para que bailen sobre una gran nube de humo que da la sensación de estar suspendidas en el aire", cuenta Piccirilli.
A pocas horas del comienzo del desfile parece que todo está previsto y preparado, salvo el mal tiempo que acompañará a sus majestades y su séquito de saltimbanquis. Piccirilli asegura que esto también está bajo control y bromea: "No, no va a llover por la tarde, aunque lleve así desde mediados de diciembre. Justo cuando salga la cabalgata, de cuatro de la tarde a ocho y media, dejará de llover". La ilusión, que no falte.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.