Plátanos con sorpresa

El Cuerpo Nacional de Policía continúa buscando la cocaína escondida en cajas de plátanos y distribuida por supermercados y tiendas de la región y del resto de España.

El pasado sábado los agentes ya se incautaron de alrededor de 100 kilos de tabletas prensadas de droga que se hallaron en los supermercados de la cadena Lidl en Madrid. Los contenedores de plátanos que escondían los compactos lingotes se distribuyeron desde el mayorista de abastos Mercamadrid, al que llegaron por un "error" del clan de la droga encargado de recogerlo antes de su reparto.

Los narcotraficantes habían vaciado algunas de las frutas para que no se notase el aumento de peso y pensaban recogerlas en el puerto de Sagunto, en Valencia, al que llegaron procedentes de Ecuador. También salieron algunos cajones de Costa de Marfil y desembarcaron en Port Vendrés, en la Francia fronteriza con Cataluña. Desde allí se trasladaron por carretera a Madrid sin que los delincuentes, por algún motivo que todavía se desconoce, consiguieran recuperar la mercancía.

La droga llegó hasta el mayorista por un error de los narcotraficantes

La policía sospecha que hay más kilos distribuidos por la península

Un portavoz de la policía precisaba ayer que la operación no había hecho "más que comenzar" y que los agentes sospechan que hay muchos más kilos de droga "danzando" por toda la Península. Sus esfuerzos, por el momento, se centran principalmente en Madrid y en la provincia de Cáceres. El dispositivo puesto en marcha, que está a cargo de la Brigada Provincial de la Policía Judicial, también intenta cercar a los traficantes que consiguieron introducir la droga en España.

Los responsables de la cadena de alimentación alemana Lidl explicaron ayer a través de un portavoz que ningún cliente "había sufrido ningún riesgo para la salud" y que los cajones con la droga no habían llegado a ser expuestos en ningún momento. Los empleados de los supermercados fueron los que hallaron los paquetes.

La policía estuvo hasta la madrugada vaciando los contenedores e intervino en cerca de una decena de establecimientos en Madrid, revisando una a una cada fruta con la ayuda de perros especialistas. De hecho, según el testimonio de alguno de los empleados, fueron éstos los que alertaron directamente a los agentes al hallar la droga mientras olían la mercancía. En cualquier caso, la empresa achaca a la mala suerte el "insólito envío equivocado".

La operación abierta por la policía en busca de los lingotes de cocaína camuflados entre la fruta continuará durante los próximos días y no sólo en Madrid, pues la empresa distribuidora, Dole Food Company, trabaja con otras tiendas y supermercados distribuidos por toda España.