Desaparece la denunciante de un tribunal islámico
Un juez de Tarragona pide que sea localizada en Marruecos
La mujer que supuestamente fue condenada a muerte por un tribunal islámico en Valls (Tarragona) y cuyo testimonio propició ocho meses de investigación policial que se saldaron con 10 imputados, siete de ellos en prisión preventiva desde noviembre, ha desaparecido. Ha eludido por dos veces el requerimiento del juzgado de Tarragona para que acudiera a testificar y reconocer a los detenidos y el Juzgado de Instrucción número 1 de Tarragona, que lleva la causa, ha remitido un exhorto a un juzgado de Marruecos para que la localice y le notifique que debe personarse en el juzgado el próximo mes de marzo, precisan fuentes judiciales.
La mujer, de nacionalidad marroquí y único testigo del caso, declaró el pasado marzo que 20 hombres "con barba y turbante" la secuestraron durante dos días en una destartalada masía de Valls. Allí los presuntos secuestradores deliberaron durante horas para decidir su suerte. La joven, que entonces estaba embarazada, explicó que el secuestro lo ordenó su pareja, también magrebí, y al que había denunciado por malos tratos en diciembre del año pasado. Según su versión, el hombre no quería que ella diera a luz y solicitó que se le aplicara la sharía, o ley islámica, en una suerte de tribunal que supuestamente decidió su muerte.
"Se ha ido porque su versión no se sostiene", dice un letrado de la defensa
La defensa de los imputados subraya que la ausencia de la mujer evidencia la falsedad de su declaración. "Ha ido dando excusas y no ha aparecido porque su testimonio no se sostiene", señala Josep Singla, abogado del presunto responsable de la ejecución.
Los Mossos d'Esquadra partieron del relato de la testigo para volcarse en una investigación que intervino los teléfonos de los imputados y empleó cámaras instaladas en helicópteros para vigilar su actividad. Los agentes concluyeron las pesquisas señalando que resulta "probable" el "establecimiento de un tribunal islámico en Valls y cercanías".
El contenido de esta investigación se mantiene bajo secreto de sumario, que ayer el juez prorrogó hasta el próximo 30 de enero.
"Ha habido un esfuerzo bestial por parte de los Mossos y de la fiscalía, y ahora no saben cómo dar marcha atrás", añade Singla, que dijo ser prudente porque parte de la instrucción aún no ha sido revelada.
La Fiscalía de Tarragona, por su parte, mantiene que existen "indicios consistentes y suficientes de que los imputados encarcelados cometieron graves delitos". Por ello se opuso a la decisión del juez de conceder la libertad con cargos a tres de los imputados: el supuesto responsable de asesinar a la víctima, su mujer y otro hombre de unos 70 años y delicado estado de salud, todos ellos de origen magrebí. El juez mantuvo su decisión al constatar que el anciano sufre una enfermedad crónica y tras subrayar que el matrimonio "está fuertemente arraigado en Valls" y "no presenta signos externos de fanatismo religioso". Los 10 imputados se enfrentan a un máximo de 23 años de condena por los delitos de detención ilegal, tentativa de homicidio y asociación ilícita.
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