El PSdeG pronostica un "aluvión" de impugnaciones contra la ley de cajas

La guerra abierta contra la ley de cajas no se acabó el martes cuando el marcador del Parlamento iluminó los 48 votos favorables que sumaron los diputados de PP y Bloque, frente a los 23 en contra de la bancada socialista. La siguiente batalla trascenderá a los titulares de los periódicos del norte y del sur y se fraguará directamente en los tribunales, según anunció ayer el secretario general del PSdeG, Manuel Vázquez, quien pronosticó "un aluvión de recursos judiciales" contra la normativa aprobada en el Parlamento gallego. Vázquez evitó concretar si será su propio partido el que lleve a los juzgados su oposición a la ley. Sí se mostró convencido de que lo harán otras organizaciones y entre ellas las cajas.

Flanqueado por los secretarios del partido en las cuatro provincias, el líder del PSdeG lamentó que Caixa Galicia y Caixanova "son hoy más vulnerables", dada la renovación del 75% de los órganos que se impone "en un momento en que la profesionalización debía ser clave". Manuel Vázquez se empleó a fondo contra el PP sin olvidar a los nacionalistas. Censuró que el presidente de la Xunta intente "imponer por ley" una fusión que no logró por consenso y volvió a acusarle de practicar "un intervencionismo" del que siempre había abjurado.

"Será Feijóo quien decida cualquier inversión de la Obra Social que supere los 166.000 euros", se quejó, para denunciar luego, la "postura incomprensible del BNG".

Un partido que no tardó en responderle. Fue su portavoz nacional, Guillerme Vázquez, quien acusó a los socialistas gallegos de ejercer como "mera sucursal de Madrid", en alusión a un supuesto plan del Banco de España y del Ministerio de Economía para "bancarizar las cajas de ahorro". El portavoz parlamentario del Bloque, Carlos Aymerich, lamentó también la posición de los socialistas, pronosticó que lo pagarían en las urnas y se esforzó en remarcar "las disensiones que empiezan a surgir", entre las que citó la del alcalde de Santiago, el socialista Xosé Sánchez Bugallo, que discrepó sobre el rechazo de su partido a la ley.

Su homólogo en Vigo, Abel Caballero, látigo de la Xunta desde antes incluso de que Feijóo propusiera fusionar Caixanova con Caixa Galicia, acusó ayer a la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, de utilizar la nueva norma para "sustituir a los miembros de los órganos de gobierno de las cajas" y vencer así la resistencia de la dirección de Caixanova a integrarse con Caixa Galicia.

Caballero censuró que la Xunta pretenda una "absorción" por parte de caja del norte con el objetivo de "quitar al sur de Galicia su caja de ahorros". También reprochó al PP que no haya incluido la fusión en su programa electoral y acusó a este partido y también al BNG de "hacer la ley más rápida y menos transparente aprobada en Europa".