La oposición iraní redobla su desafío
Miles de manifestantes se enfrentan en todo el país a la policía, que practicó 300 detenciones - Los reformistas aseguran que hubo ocho muertos; las fuerzas de seguridad sólo hablan de cinco
El olor a gas lacrimógeno inundaba ayer la plaza de Vali Asr, en el centro de Teherán. Los antidisturbios trataban de impedir que la concentración de opositores al régimen iraní siguiera creciendo, pero sus botes de humo no amedrentaban al grupo de mujeres que bajaban del autobús número 7. Se cubrían la boca con los extremos de los pañuelos y se unían a la protesta. Un poco más adelante, en la confluencia de Vali Asr con Enghelab, se produjo una de las ocho muertes por disparos policiales que las webs reformistas denunciaron al final del día. Uno de los fallecidos era el sobrino del dirigente opositor Mir Hosein Musaví. "Sí, seyed Alí Habibí Musaví, hijo de una hermana de Musaví, ha muerto por disparos de bala", confirmó a EL PAÍS Alí Reza Beheshtí, uno de los más cercanos colaboradores del dirigente opositor. La policía contabilizó cinco muertos en la capital, pero negó tener nada que ver en ello. Los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y miles de opositores se saldaron con más de 300 detenidos en las calles de Teherán y otras grandes ciudades iraníes como Tabriz, Mahabad, Isfahán, Nayafabad, Qom, y Mashhad.
Algunos agentes se negaron a disparar contra la multitud y lo hicieron al aire
La noticia de la muerte del sobrino de Musaví, adelantada por la página web de la minoría reformista en el Parlamento, Parlemannews, ponía en aprietos a las autoridades, que durante toda la tarde habían negado la existencia de víctimas mortales en las manifestaciones.
La de ayer fue la protesta más numerosa que se produce en Irán desde poco después de la controvertida reelección de Mahmud Ahmadineyad el pasado junio, y una de las más importantes en 30 años. También la más sangrienta si se confirman las ocho muertes, cuatro en Teherán y cuatro en Tabriz, que denunciaron las webs reformistas.
Sin embargo, para la agencia semioficial Fars, "un grupo de gamberros irreverentes" dañó propiedad pública y privada con "absoluta falta de respeto para el sagrado día de la Ashurá", una de las principales fiestas chiíes.
A última hora, el vicejefe de la policía de Irán, Ahmad-Reza Radan, confirmaba que cinco personas habían muerto en la capital durante las protestas, pero lo atribuía a diversos accidentes, según la web de la cadena de televisión estatal Press TV. Radan dijo que decenas de policías habían resultado heridos y más de 300 "sediciosos" detenidos. El jefe de la policía de Teherán, Azizollah Rayabzadeh, también negó que hubiera muertos por disparos de bala en la capital. "La policía no ha disparado en Teherán y las fuerzas de seguridad no llevaban armas", aseguró Rayabzadeh.
Sus palabras contradecían el relato de varios testigos, según los cuales la policía disparó contra la multitud al verse desbordada. Desde primera hora de la mañana, los antidisturbios, apoyados por grupos de irregulares conocidos como basiyís, trataron de evitar sin éxito la concentración de opositores en la avenida Enghelab con gases lacrimógenos y disparos al aire. Sin embargo, los manifestantes no se apoquinaron. En grupos compactos de 30 a 50 personas les hicieron frente y en numerosos puntos empezaron a responder a sus ataques.
Vídeos colgados de Internet y testimonios de residentes en la zona de las protestas dan cuenta de motos y coches de policía quemados e incluso de agentes golpeados por la multitud. En algún caso, incluso se hicieron con los escudos y las porras de una patrulla, que se vio obligada a poner pies en polvorosa. Fue en ese contexto cuando al parecer se dio la orden de disparar.
Pero la firmeza de los manifestantes, que no daban marcha atrás, había sorprendido tanto a los policías que, según la web reformista Jaras, algunos de ellos se negaron a disparar y, ante la insistencia de sus superiores, sólo lo hicieron por encima de las cabezas.
Aún así, las balas hicieron estragos. "Tres personas resultaron muertas y otras dos heridas cuando la policía abrió fuego contra los manifestantes", aseguró Jaras sin dar más detalles.
Una activista precisó a EL PAÍS que el incidente se produjo en el cruce conocido como College, en la confluencia de la avenida Eghelab con la calle Hafez. La cuarta víctima, un poco más al oeste, en el cruce de la primera con Vali Asr. Un vídeo colgado en Internet mostraba a varias personas trasladando a un hombre ensangrentado entre gritos de "mataremos a quien ha matado a nuestro hermano".
"No sé si ha habido muertos, pero desde luego sí heridos graves. Justo a la puerta de mi casa he visto cómo introducían en un Peugeot 206 a una chica que se estaba desangrando", relató a este diario un residente de la zona. Los escasos periodistas extranjeros acreditados en Teherán tenemos prohibido cubrir las protestas de la oposición, lo que obliga a recurrir a testigos para reconstruir los sucesos.
La gravedad que están adquiriendo las protestas ha llevado al director de cine Mohsen Makhmalbaf a escribir una carta abierta al líder supremo, el ayatolá Alí Jameneí, en la que le llama "Yazid", como el califa que hace 14 siglos mató a Husein, el nieto de Mahoma, cuya muerte rememora la Ashurá.
El cineasta también le advierte de que, si no tiene en cuenta las aspiraciones de los iraníes, "algún día se le descubrirá como a Sadam [Husein] en un agujero, pero lo que iluminará su cara no será la linterna de un soldado americano, sino de algún universitario" iraní.
Seis meses de protestas contra el régimen
- 12 de junio. Elecciones. Mahmud Ahmadineyad aspira a un segundo mandato. Vota el 82% del electorado, una participación histórica. La oposición anuncia su victoria, pero en privado admite que habrá segunda vuelta.
- 13 de junio. Los datos oficiales otorgan la victoria a Mahmud Ahmadineyad con casi el 63% de los votos. El reformista Mir Hosein Musaví se queda en un 34%. La oposición denuncia el fraude en las urnas y sale a la calle.
- 15 de junio. Cientos de miles de personas toman las calles de Teherán en la mayor manifestación desde 1999. El régimen acepta otro recuento.
- 16 de junio. Represión policial y de las milicias basiyís. El régimen reconoce siete muertos. La oposición reformista los eleva a 15.
- 20 de diciembre. Muere el ayatolá Hosein Alí Montazerí, líder espiritual de una oposición que vuelve a tomar las calles durante su funeral.
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