EE UU sancionará los retrasos en los despegues
Los pasajeros no podrán estar más de tres horas embarcados en los aviones
Comenzaba a ser un problema crónico que se intentó atajar en anteriores Administraciones, pero siempre acababa por chocar contra los intereses de las aerolíneas. Pero, desde ayer, EE UU ha puesto freno a la impunidad con la que sus compañías aéreas tratan a los clientes: no podrán mantener esperando más de tres horas a los pasajeros dentro de un avión en la pista de despegue. Si lo hacen, sufrirán una penalización de 27.500 dólares (unos 20.000 euros) por cada uno. Quedan fuera de la reglamentación las empresas extranjeras.
En palabras del propio secretario de Transporte estadounidense, Ray LaHood, "estamos ante una declaración de derechos de los pasajeros". "Estas nuevas reglas obligarán a las compañías a estar a la altura de sus compromisos y tratar a sus clientes de forma justa", dijo. Si después de tres horas en la pista la aeronave no tiene autorización para despegar, ésta deberá volver a la terminal y permitir que los pasajeros desembarquen. Durante el tiempo de encierro involuntario, la compañía deberá proveer a los viajeros con agua y comida, así como con unos aseos en buen estado. En caso de que alguno necesite atención médica, las compañías deberán facilitarla.
La multa por exceder el plazo será de 20.000 euros por viajero
Sólo habrá excepciones para que los pasajeros de vuelos internos operados por compañías norteamericanas puedan esperar en pista más de ese tiempo: cuando se obedezca a razones de seguridad o si la torre de control comunica al piloto que devolver el avión a la terminal causaría graves problemas al funcionamiento del aeropuerto. Las últimas cifras disponibles hablan de que entre enero y junio de este año, los pasajeros de 613 aviones sufrieron demoras de más de tres horas en la pista.
Puede que la ley no evite finalmente los retrasos, pero al menos pone freno a los abusos y lanza una seria advertencia a las compañías. Habrá que esperar 120 días para que la normativa entre en vigor, y eso supone que las semanas de las vacaciones de Navidad estarán llenas de historias cercanas al terror, como la sufrida en agosto pasado cuando un vuelo de Continental Airlines con destino a Minneapolis y 47 pasajeros a bordo pasó la noche en la pista, más de seis horas inmovilizado, con niños llorando en el interior, sin apenas agua y ninguna comida. La compañía se negó a permitir que los viajeros fueran trasladados a la terminal a la espera de que su avión pudiera despegar.
Durante la Administración demócrata de Bill Clinton, la movilización de las organizaciones de consumidores hizo que el Congreso comenzara la redacción de una normativa que murió en el intento. En aquel momento, la presión llegó después de que un avión estuviese en pista más de siete horas con los pasajeros en el interior. Los intentos iniciados durante el Gobierno de George Bush sufrieron la misma suerte. Aunque durante aquel mandato se vivió uno de los mayores secuestros: los viajeros de un avión quedaron atrapados en febrero de 2007 durante más de 11 horas en una pista del aeropuerto Kennedy de Nueva York por culpa del hielo y la nieve.
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