El PSdeG moviliza a sus barones contra el "asalto político" a las cajas

Han pasado dos semanas y de la foto del presidente junto a los representantes de la oposición reunidos solemnemente en el Pazo de Raxoi ya no queda nada. Amarilleó antes de tiempo como el exiguo consenso que los partidos habían alcanzado hace sólo quince días. La ponencia parlamentaria sigue trabajando a buen ritmo con representación de los tres partidos, pero los socialistas, por orden de su líder, Manuel Vázquez, han dinamitado cualquier consenso que implique aprobar por la vía de urgencia una nueva ley de cajas de ahorros para renovar en dos meses sus órganos de dirección.

Lo anunció Vázquez a la prensa y al propio Feijóo el pasado miércoles, y ayer el secretario general socialista dobló la apuesta. Endureció su discurso hasta acusar al presidente de pretender el "asalto político" a las cajas para convertirse en "su dueño" y augurar que con la nueva norma "Galicia acabará perdiendo las dos entidades". Vázquez no se paró ahí: tocó a rebato para que, uno tras otro, los barones provinciales de su partido fueran posicionándose contra la hoja de ruta del presidente de la Xunta. Los más efusivos fueron los secretarios provinciales de Lugo, Ricardo Varela, y Ourense, Raul Fernández, quienes criticaron el "intervencionismo y la politización" que, a su entender persigue el PP.

Moreda pide no "instrumentalizar" políticamente las cajas de ahorros

Mientras el secretario provincial del PSdeG en Ourense , Raúl Fernández, pidió directamente "quitar las manos de las cajas" y descartó la fusión, su homólogo lucense, Ricardo Varela, advirtió de que "aún hay tiempo para el consenso en el trámite de la ponencia". Desde Pontevedra, Modesto Pose suavizó el tono, pidió "serenidad y reflexión" a Feijóo en la tramitación legal y que nadie intente "apropiarse de las cajas". El secretario provincial de A Coruña, presidente de la Diputación y vicepresidente de Caixa Galicia, Salvador Fernández Moreda, también salió a la palestra. Más tibio que sus compañeros, alertó del riesgo de "instrumentalización política" de las entidades financieras por parte del PP. Pidió además serenar el debate.

Horas más tarde, el presidente de la Federación Galega de Municipios e provincias, el socialista Carlos Fernández, emitió también un comunicado con sello de la institución en el que manifiesta "su preocupación por la pérdida de representantes de los ayuntamientos en la dirección de las cajas con la reforma de la ley". Como sus colegas de partido, Fernández también reclamó sosiego en su tramitación.

En la necesidad de ralentizar el debate sobre la futura legislación de las cajas para abrirlo a la sociedad, coinciden muchos de los dirigentes socialistas consultados, a favor y en contra de la fusión. Pero ni Feijóo ni el Bloque parecen decididos a cambiar el paso. El jefe del Ejecutivo ratificó ayer que cumplirá "el mandato del Parlamento y de los agentes sociales y empresariales" y se aferró "a la palabra dada" por el líder socialista. "Sería letal para el PSdeG que le impongan la estrategia desde fuera", dejando entrever que es la dirección nacional y el Banco de España quienes han propiciado la marcha atrás de los socialistas gallegos, que hace un mes votaron en el Parlamento a favor del trámite de urgencia. Feijóo esgrimíó además "el mandato del Parlamento, de los agentes sociales y empresariales" para "buscar una ley en el mes de diciembre". Y se esforzó en explicar que la norma que promulgará el Parlamento no debe interpretarse como un chantaje para que los directivos de las cajas, en especial, el presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, se avengan a aceptar la fusión. "Es una ley de todos y contra nadie", insistió el presidente, quien animó a los socialistas a plantear propuestas, incluida la de renovar paulatinamente los consejos de administración, en la ponencia parlamentaria.

También Guillerme Vázquez, portavoz nacional del BNG, se apresuró a explicar el cambio de ritmo de los socialistas que atribuye a "las presiones que acusan desde el poder central". "En la segunda cumbre de los líderes de los tres partidos", contextualiza, "uno de los acuerdos fue acelerar la ley y apartarse de ese acuerdo es apartarse de la posición de país construida entre todos". Vázquez recuerda, además, que el grupo parlamentario del PSdeG votó, al igual que los populares, una iniciativa del Bloque para tramitar la norma por la vía de urgencia.

El líder de los nacionalistas evitó aventurar si apoyarán una ley sólo con los votos del PP y explicó que su posición sólo depende del texto que salga de la ponencia. "No hemos decidido cuál será el voto del BNG, aunque estamos esforzándonos para que la ley refleje una posición de país". Y, para la organización nacionalista, esa posición pasa por reforzar el control de la Xunta sobre el sistema financiero gallego. "Nuestra propuesta de ley, que es sólo un punto de partida, es un antídoto a un Fondo de Reestructuración Ordenada Bancario que significa caminar hacia la privatización de las cajas", expuso. No olvidó mencionar, a mayores, la contradicción de los socialistas gallegos, ya que el FROB fue aprobado en el Congreso a iniciativa del PSOE con apoyo del PP.