Iniciativa pone ahora condiciones para reeditar el tripartito

Iniciativa per Catalunya (ICV) es el único de los tres socios del tripartito que gobierna la Generalitat que ha apostado abiertamente por una tercera edición del pacto. Llevan semanas apoyándolo todos los dirigentes de la formación ecosocialista e insistieron en esa misma idea la semana pasada, en el acto de celebración del tercer aniversario de las "políticas de izquierdas". También allí defendieron las discrepancias, la "pluralidad" de puntos de vista entre ellos, el Partit dels Socialistes (PSC) y Esquerra Republicana (ERC).

Con todo, el secretario general y candidato a la Generalitat de ICV, Joan Herrera, puso ayer condiciones para una hipotética reedición del pacto tras las elecciones de 2010. "Nosotros en un tercer tripartito llevaremos una reflexión muy potente: los acuerdos en un Gobierno son entre los socios del gobierno y éste es un elemento que deberá garantizarse", dijo a Europa Press.

ICV juzga igual de graves el choque por las sucesiones y el de la Ley de Educación

"Romper cosas no es inocuo", avisa el cabeza de cartel de los ecosocialistas

Las palabras de Herrera guardan relación con la patata caliente que el tripartito tiene sobre la mesa: el desacuerdo sobre la reforma del impuesto de sucesiones, pactada por el PSC y Esquerra pero rechazada por ICV. Los ecosocialistas lo juzgan poco de izquierdas porque eximirá del tributo al 94% de los contribuyentes que ahora lo pagan y recortará la recaudación en 700 millones de euros. Anoche, al cerrar esta edición, nada indicaba que pudiera haber un acuerdo antes de las nueve de la mañana de hoy, hora límite para presentar las enmiendas en el Parlament. De hecho, las partes tienen por seguro que no habrá pacto.

La reforma del controvertido impuesto abre una nueva brecha en un Ejecutivo que sufrió la última gran sacudida con la aprobación de la Ley de Educación (LEC) con el apoyo de Convergència i Unió (CiU) y el desmarque de los ecosocialistas en algunos de sus artículos. ICV lleva la LEC como una espina clavada y acusa a sus socios de haber priorizado el pacto con CiU. Ahora, Herrera y las primeras espadas de ICV mantienen que no romperán el tripartito "por responsabilidad", pero admiten la gravedad de la situación. "Romper cosas, evidentemente, no es inocuo", expresó el candidato, quien abogó por blindar los futuros acuerdos en el seno del Gobierno "para que no vuelva a ocurrir".

Lo que no precisó Joan Herrera es cómo se materializaría este blindaje. "Asumimos que en un Gobierno a tres haya diferencias y que los socios deben ser flexibles, pero en la LEC y en sucesiones no lo hemos visto. Ha sido un lo tomas o lo dejas [por parte de los otros socios]", añadieron ayer fuentes de Iniciativa.

Los partidos de la oposición, CiU y el Partido Popular (PP), asisten a la última discrepancia del tripartito con cierta incredulidad. Ambos abogan por la supresión del impuesto de sucesiones y, aunque la semana pasada afirmaron que estudiarían apoyar la modificación o abstenerse si se trataba de "una reforma en profundidad", ayer no lo tenían tan claro. CiU esperará a ver la enmienda definitiva del PSC y ERC para pronunciarse. Y a los populares, la reforma continúa sabiéndoles a poco, además de que sospechan, explicó el diputado Enric Millo, que la actitud de los socios es "electoralista" porque acabarán llegando a un acuerdo y pactarán una enmienda conjunta antes del pleno escoba de mediados de mes.