Hallado muerto de un disparo un cazador que cayó a un pozo
Antonio, un cazador de 48 años y agente municipal en excedencia de Policía Local de Calvià, fue hallado muerto ayer en el fondo de un pozo de 30 metros. Tenía heridas traumáticas y el rastro de un disparo mortal procedente de su propia escopeta de caza menor. La policía cree que acabó con su vida al no poder salir de la sima en la que había caído nueve días antes.
El hedor del cadáver facilitó la localización del cuerpo. La policía buscaba su coche desde que desapareció el 24 de noviembre. El pozo no tiene protección y está oculto entre la maleza. Antonio conocía ese bosque pero posiblemente tropezó mientras llevaba a cabo una batida. La policía cree que se precipitó por la boca del pozo, de 1,5 metros de ancho.
Herido gravemente en piernas y en brazos no pudo salir. Si gritó nadie le escuchó. No podía usar el móvil por falta de cobertura en la perforación. Los forenses creen que llevaba tres días muerto, que pereció seis días después de caer.
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