El jefe de la OTAN dice que los aliados enviarán 5.000 soldados como mínimo
Rasmussen subraya que no habrá retirada hasta que se termine el trabajo
Anders Fogh Rasmussen, secretario general de la OTAN, aseguró ayer en Bruselas que los aliados le habían prometido "no menos de 5.000 soldados y quizá algunos miles más" como respuesta a la decisión del presidente de EE UU, Barack Obama, de enviar otros 30.000 militares a Afganistán. El objetivo de este refuerzo es potenciar la lucha contra los talibanes y contar con medios suficientes para formar un Ejército y policías afganos cuya capacidad permita el repliegue de las fuerzas internacionales.
Rasmussen calculó que el próximo año se devolverán a control afgano "diez o 15 áreas", y subrayó que no habrá retirada aliada de Afganistán hasta que no se haya concluido el trabajo. "Nadie habla de fecha de salida", dijo. "No estamos corriendo hacia la puerta de salida".
El secretario general aliado celebró la nueva estrategia afgana y dijo que ahora tocaba a los restantes socios mover ficha. "Puedo confirmar que los aliados y socios van a hacer sustancialmente más. En 2010 habrá al menos 5.000 soldados más y quizá algunos miles más", dijo. No quiso entrar en detalles de quién aportaba cuánto, pero a lo largo de la jornada diversas fuentes fueron desgranando aportaciones que se sumaban a los 1.200 británicos que ya anunciara Gordon Brown.
La de más calado político era la entrada en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF, en sus siglas en inglés) de Corea del Sur, con unos 500 soldados. Seúl se convertirá así en el 44º socio de la misión. A la pequeña Georgia se le atribuía la intención de contribuir con 1.500 militares, mientras Polonia anunciaba 600 e Italia hablaba de que "hará mucho", lo que algunas fuentes traducían en unos mil soldados. Eslovenia se dijo dispuesta a duplicar sus efectivos con otros 250 militares. A España se le dan por seguros 200 nuevos militares, aunque en los pasillos de la Alianza algunas fuentes no descartaban que la cifra fuera superior. Turquía también ofreció refuerzos "si todos lo hacen".
Pero no todos lo van a hacer. Fuentes aliadas apuntaban que una veintena de los 28 socios habían manifestado interés en participar. Los primeros resultados se verán mañana, en la reunión de ministros de Exteriores aliados, y en la conferencia de generación de fuerzas del lunes.
Alemania y Francia, con los contingentes más numerosos tras EE UU y Reino Unido, destacan por su silencio. Tanto Nicolas Sarkozy como Angela Merkel se remiten a lo que dé de sí la cumbre sobre Afganistán a celebrar en Londres en enero. Con ellos relacionaba una fuente aliada los "quizá algunos miles más" de que habló Rasmussen. A Alemania se le asignan 2.000 soldados adicionales, algo sorprendente dado el rechazo popular ante esta guerra y el techo legal de 4.500 soldados ya alcanzado.
Las presiones serán enormes sobre los tibios. A Holanda, cuyo Parlamento insiste en retirarse de la provincia de Uruzgán a final de 2010, según lo previsto, se le ha hecho saber que tal acción sería insolidaria con el esfuerzo común. Canadá también mantiene por imperativo parlamentario sus planes de repliegue de Kandahar para 2011. "Los americanos han optado por un enfoque multilateral y creo que empezarán a ponerlo en duda si otros aliados no asumen su parte de la carga", comentó Rasmussen. "Confío en que seguirán siendo parte de la Alianza", apuntó Richard Holbrooke, el representante especial de EE UU para Afganistán y Pakistán, de visita en Bruselas, con un vago eco de amenaza.
Envío de tropas
- Reino Unido: 1.200 soldados (500 nuevos; el resto son militares que fueron enviados como refuerzo para las elecciones de agosto pasado y que permanecerán en el país).
- Georgia: 1.500.
- Italia: cerca de 1.000.
- Polonia: 600.
- Corea del Sur: 500.
- España: 200 soldados adicionales y 220 de refuerzo electoral que están en el país.
- Eslovaquia: 250.
- Albania: 85.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.