Feijóo anuncia hoy su apoyo a la fusión con el rechazo de Caixanova y el PSOE

La pretensión de Feijóo de articular una posición unánime respecto al futuro de las cajas se desvanece. Su propuesta de fusionar Caixa Galicia y Caixanova cuenta con el apoyo del BNG, pero el secretario general de los socialistas gallegos, Manuel Vázquez, se expresó ayer con rotundidad contra esta medida. "Las cajas no la quieren", precisó, en referencia al rechazo de Caixanova a la alianza. El PSdeG y la caja que preside Julio Fernández Gayoso serán los únicos interlocutores que rechacen la propuesta de integrar las dos entidades financieras, que el presidente de la Xunta transmitirá hoy a partidos políticos, empresarios y sindicatos.

Feijóo cierra así 13 días de intensa actividad negociadora, con reuniones con los agentes sociales y entre las dos cajas, con la mediación de la Consellería de Facenda. La apuesta por la fusión del presidente de la Xunta la hizo explícita el lunes ante el comité de dirección del PP. En esa reunión, el también presidente de los populares gallegos agradeció al PP de Vigo su colaboración y el apoyo a la fusión, que Corina Porro y José Manuel Figueroa condicionaron a que "se explique bien".

La nueva regulación quiere forzar la renovación de las asambleas

Ni Caixanova ni el PSdeG están por la misma labor que Feijóo. Manuel Vázquez argumentó ayer que la fusión es un punto "de llegada, pero no de salida", por lo que defendió un Sistema Institucional de Protección (SIP), o fusión virtual, como la solución "más pragmática". Esta alternativa "garantizaría la galleguidad y la solvencia" si se hace "con rigidez", a través de acuerdos con sindicatos y con los colectivos empresariales y con el aval de las tres fuerzas políticas. Garantizaría además las autonomías y "respetaría las estructuras territoriales", añadió el líder socialista. Sin embargo, no es una fórmula que guste a ninguna de las dos cajas. Caixanova ha repetido por activa y por pasiva que su opción es continuar en solitario o mediante acuerdos con cajas foráneas. En Caixa Galicia piensan que sería muy difícil que el Banco de España autorizase este instrumento para promover alianzas en una misma comunidad autónoma. Otras fuentes del sector incluso avanzan que el regulador podría alertar de la concentración de riesgos en Valencia (donde operan CAM y Bancaja) y Galicia si en ambas se fusionan sus propias cajas, como pretenden sus respectivos gobiernos.

Además de expresar su postura públicamente, tanto PP como BNG y PSdeG aceleran la redacción de la nueva ley de cajas, cuyo plazo de enmiendas se cierra el 12 de diciembre. Se espera que el texto esté aprobado el día 30 de este mes. El PP y la Xunta estudian fórmulas para introducir en la ley que permita entrar de inmediato en los órganos de las cajas a los representantes de la Administración y del Parlamento autónomos sin esperar a los meses de mayo y junio, cuando está prevista su renovación. Vázquez alertó ayer a Feijóo del riesgo de que la ley "politice" las cajas ante el fracaso de la negociación política.

La ronda de contactos del presidente con los agentes sociales comenzará esta mañana con los sindicatos. Seguirá con los representantes de los empresarios y finalizará con la oposición. Los directivos de las cajas, que tras sus reuniones en Facenda no han logrado avanzar en una propuesta conjunta, no han sido invitados a pronunciarse por Feijóo, pese a que en varias ocasiones insistió en que serían "sus responsables" los que deban explicar "a toda la sociedad" su postura.