Gayoso insiste ante el consejo de Caixanova en rechazar la fusión
El informe de la Xunta calcula que la fusión costaría 1.000 millones del FROB
No va a ser fácil que Caixanova dé marcha atrás en su postura contraria a la fusión con Caixa Galicia. Nada se ha movido en su sede viguesa de García Barbón desde que el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, sentó a los directivos de las entidades el martes pasado en el edificio del Parlamento. El consejo de la caja celebrado ayer vino a refrendar la postura que ha mantenido hasta ahora: no le interesa la unión por la que sí se inclinan la Xunta y la entidad dirigida por José Luis Méndez. El presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, explicó a los consejeros las claves de la reunión mantenida el pasado martes con Alberto Núñez Feijóo y mencionó que los datos de los estudios que posee la caja difieren de los de la Consellería de Facenda.
"Van a ser las cajas menos politizadas de España", dice el presidente
El presidente avisa a las entidades que sus informes han de ser "objetivos"
Sin censurar el balance de la Xunta, mantuvo que los documentos de las dos consultoras externas (Deloitte y AFI) encargados por la caja y los balances internos expresan claramente que una fusión con Caixa Galicia debilitaría la posición de la entidad resultante por su coste. Para la Xunta, se necesitarían unos 1.000 millones de euros del Fondo de Reordenación Ordenada Bancaria (FROB), si se quiere hacer frente a los cierres y las bajas de la plantilla, además de sanear la entidad resultante.
Como ocurrió en la penúltima reunión del consejo, sus miembros mostraron el acuerdo verbal con la postura defendida por Gayoso, que de esta forma se desmarca aún más de la Administración autonómica. De hecho, la comisión forzada por Feijóo entre las dos cajas para estudiar la viabilidad de un proyecto de integración no ha dado ningún fruto. La única reunión a la que han asistido juntos los directivos de ambas cajas se mantuvo el pasado miércoles. En ella, Caixanova defendió su capacidad para continuar por separado.
No hubo ninguna votación al respecto en el consejo de ayer, que sí aprobó las cuentas y el balance consolidado del grupo al término del tercer trimestre. El beneficio antes de impuestos en el último año se queda en 113 millones de euros, lo que representa un descenso de un 7%. La morosidad de la caja se sitúa en el 4,7%, cuatro décimas por debajo del sector.
Mientras en Vigo se celebraba la reunión, en Santiago el presidente de la Xunta se aferraba ayer al acuerdo unánime de la Cámara para agilizar la tramitación de la ley de cajas con el objetivo de que éstas ganen en democracia interna pero también para reservarse un papel en las decisiones estratégicas que adopten. "Serán las cajas menos politizadas de España", comprometió Feijóo ante la prensa, sin detallar qué numero de representantes aspira a tener el Gobierno gallego en los consejos. La proposición de ley del BNG -a partir de la cual se iniciará la reforma- fija un mínimo del 20%. El presidente gallego evitó dar cifras, pero repitió varias veces que corales polifónicas, liceos y casinos varios tienen hoy la representación que le falta a la Xunta en Caixanova y Caixa Galicia.
Ese fue el primer aviso velado de Feijóo. Hubo dos más. El primero fue el recado que envió a Gayoso cuando pidió precisión en los informes que manejan las cajas. "Les puedo asegurar que el informe de Facenda es independiente y riguroso, espero que las cajas cumplan con su deber explicando sobre datos y números la objetividad de sus análisis. Las cuestiones de oportunidad son perfectamente opinables, pero las cuestiones de objetividad, las prospecciones financieras y los análisis objetivos son cuestiones técnicas que no deben estar sujetas a cambios de opinión".
Feijóo evitó salirse del guión y aunque su apuesta por unir las dos cajas es ya evidente, sólo explicó que su decisión busca garantizar la eficiencia y la galleguidad del sistema financiero. Ni siquiera quiso comentar la fórmula del PSOE por una fusión virtual. Pidió lealtad a la oposición y evitó pronunciarse sobre si el Banco de España podría aceptar esta salida.
Cuando se le mentaron las palabras del ex presidente del Gobierno José María Aznar pidiendo que los políticos saquen su manos de las cajas, se las sacudió de inmediato. "Estoy seguro de que Aznar defendía los intereses de Castilla-León cuando era su presidente, eso es lo que estoy haciendo yo con Galicia".
Hoy continuarán las reuniones entre la Xunta y sindicatos. Feijóo no ha invitado a ningún representante del CSICA, que tiene el 47% de la representación en Caixanova y el 13% en Caixa Galicia.
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