El presupuesto de Valencia cae un 3,8% y retrocede a niveles de 2008

El presupuesto del Ayuntamiento de Valencia caerá en 2010 por primera vez en años. El consistorio aprobará la semana que viene unas cuentas de 769 millones de euros, un 3,8% por debajo de lo presupuestado este ejercicio. El consolidado -que incluye a las empresas públicas- se eleva hasta los 876 millones, con un descenso del 4,1%.

La alcaldesa Rita Barberá anunció recortes del gasto en todas las partidas. Sólo se salvarán del tijeretazo las delegaciones de asistencia social, empleo, educación y deportes, de donde saldrá, si procede, cualquier aportación municipal a la Copa del América. Las partidas que suben son la teleasistencia a personas mayores, ayudas de emergencia, becas de comedor y talleres de empleo. "El presupuesto más complicado de mi vida", según dijo ayer Barberá, que atribuyó la caída a un recorte por parte del Gobierno de 59 millones de euros. "Ha sido un zarpazo, una tropelía...", se quejó.

Los menores ingresos responden a un descenso de la recaudación de impuestos. La previsión es que los ingresos por licencias urbanísticas caigan un 38%, la tasa de construcción un 50%, mientras el IBI crecerá un 3,25%, mientras baja el IRPF y se mantiene los ingresos por IAE.

Las inversiones descienden. El consistorio gestionará, según Barberá, 294 millones de inversión, de los que, en realidad, 62 millones de euros -seis millones menos- el segundo Plan E del Gobierno central supondrán otros 87 millones de euros -25 millones más de los que aporta el consistorio- y el resto saldrán del Plan Confianza de la Generalitat -unos 160 millones de euros-, si bien esta cifra se anunció para varios años -de 2009 a 2011- y no estará en las cuentas municipales sino en las de la Generalitat.

De las inversiones previstas, Barberá destacó la actuación en Tabacalera, la plaza Redonda, cerramiento de los Jardines de Monforte, rehabilitación de la ermita de Sant Vicent de la Roqueta o los 6 millones de euros para El Cabanyal. El consistorio pedirá un préstamo de 48 millones destinados a inversiones.

Los socialistas culparon exclusivamente a Barberá de que "sean los presupuestos más difíciles" y negaron que la aportación del Estado caiga en 57 millones. El concejal Juan Ferrer insistió además en que la Generalitat adeuda 17 millones de euros por mensualidades impagadas de convenios de 2009 y otros 57 millones por el impuesto de construcción del Ágora y otros edificios de la Ciudad de las Artes.