El mundo de las alianzas

El final del año parece caracterizarse por una máxima: "La unión hace la fuerza". En tiempos de crisis, las alianzas y los acuerdos provocan tormentas creativas que se materializan en productos innovadores y con un marcado fin "coleccionista" (la mayoría son ediciones limitadas y de lujo).

Por una parte, los diseños de botellas asociados a creadores de moda continúan en auge. Lo hemos visto en el whisky Chivas 12 y la barroca botella (asistimos a los últimos coletazos del maximalismo en packaging) creada por Christian Lacroix. Evian ha hecho lo propio con Paul Smith en lo que ya viene siendo una tradición anual en la que anteriormente colaboraron con Lacroix y Jean Paul Gaultier. Lo mismo sucede con la sueca Absolut, que aparece vestida de cuero envejecido y tachuelas en su versión Rock Edition. Pero la ola de diseño no se limita a las botellas. La casa de champán Piper-Heidsieck ha encargado al zapatero Christian Louboutin la creación de una copa-stiletto para hacer realidad eso tan excéntrico y chic de beber de un femenino zapato de tacón de aguja. Al cofre que la incluye, junto con una botella de su brut, le han llamado Le Rituel. En España, en este sentido, destaca la elegante creación de Andrés y Nuria Sardá con algo estéticamente difícil pero tan suculento como los embutidos. Estos creadores catalanes han envuelto los venerados jamones gran reserva, lomos, chorizos y salchichones de Joselito con cuero, seda y encaje en tres cajas para sibaritas.

Horarios continuos, mesas comunales y la merienda-cena van ganando espacio en la oferta culinaria

Por último, los chefs también se apuntan a los matrimonios. Paco Roncero ha creado las nuevas tapas suecas de los restaurantes de las tiendas Ikea, que se han propuesto democratizar también la restauración con platos por 0'50 euros. Y Martín Berasategui realiza, junto al jijonenco José Enrique Garrigós, sus nuevos turrones bajo la marca Maestro Turronero Martín Berasategui. La laureada Carme Ruscalleda se decanta por un vino, coupage especial de las bodegas riojanas Alcorta, que acompaña tres salsas y chutneys para cocinar o untar realizadas con el vino Alcorta Reserva 2004.

¿Hay algún otro ingrediente más prodigado internacionalmente que el yuzu? Lo hemos visto como aliño en ensaladas, como marinado en pescados, en salsas de carnes y hasta en coctelería. De Estambul a Pekín y de Auckland a Los Ángeles. En España, este adictivo y exótico cítrico japonés se puede encontrar en forma de zumo concentrado en tiendas de alimentación orientales.

En cuanto a tipo de restaurantes, el futuro nos trae los noodlesbars (pero con fideos soba servidos en frío) y el shabushabu (caldo servido en la mesa con hornillo para cocinar en él verduras y carnes). El Matsugen de Nueva York es un buen ejemplo de especialización en estos dos platos, como lo es en la tendencia de las mesas comunales.

Los horarios continuados durante toda la semana y las cocinas abiertas de la mañana a la noche comienzan a terminar con los horarios poco internacionales de nuestros restaurantes. Esto ocurre en el caso de Bar Tomate, el recién estrenado primer restaurante del barcelonés grupo Tragaluz fuera de la Ciudad Condal, en Madrid, que abre de 8.30 a 24.00, y hasta las 3.00 los fines de semana. Otro término al que nos tenemos que empezar a acostumbrar es el de drunch, mezcla de brunch y dinner, es decir, un almuerzo tardío que se transforma en la clásica merienda-cena. Una moda que nos hará cenar a horas más razonables y será la excusa para recuperar la merienda como fórmula de reunión entre amigos.

En casa y en las despensas modernas están de moda las sales. Un básico pasa a ser una creación gourmet con el toque salino preciso. ¿Sal de vino o de cacao?, la gama alcanza lo imaginable.

En la presentación de los platos, el color y los acabados metalizados, en general en texturas esferificadas, son una máxima. Se ha podido comprobar en las creaciones de los chefs del último salón Millesime. En casa, los chocolates de infinitos colores de Pancracio y los productos de la francesa Kalys nos permitirán imitar a los grandes chefs y sus técnicas de vanguardia en nuestras cocinas.

En cuanto al menaje, se lleva la rusticidad del país galo, o el reciclaje llevado al extremo con un guiño de humor y sorpresa, y el look granja normanda. Un buen ejemplo es la nueva Le Jardin Brasserie del dos estrellas Michelin Les Crayères, en Reims. La tendencia se puede trasladar a casa usando los tarros de cristal de las conservas o mermeladas como recipientes en los que servir legumbres, guarniciones o una ensalada; una teja o un plato tallado en madera para emplatar un pescado o una carne, y los moldes metálicos individuales de horno para presentar los postres.

Las mesas, con un ojo en las próximas fiestas, se visten de dorado. Dos ejemplos y extremos opuestos. La vajilla Stravaganza de Siala, hecha y decorada a mano con oro y brillantes, y los cubiertos Stamp, desechables y de aluminio, creados por el vigués afincado en Londres Tomás Alonso, que demuestran que el diseño no está reñido con el uso temporal.