Derbi retirará su ERE a cambio de prejubilaciones y flexibilidad

"El mercado español de las motos está en punto muerto, con caídas del 50%, y la industria que aguanta en Cataluña lo hace con pinzas", señalaba ayer un trabajador desesperanzado de Derbi en Martorelles (Vallès Oriental). La plantilla no las tiene todas consigo y tiembla, cuando aún resuenan los ecos de la decisión de Montesa Honda de recortar 180 de 340 empleos en su planta catalana y de llevarse la producción a Italia. Derbi ha presentado un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) temporal que afecta a toda la plantilla (240 personas) de Martorelles, de 54 días, que se aplicará a partir del 1 de diciembre. Y también ha decidido escindir la empresa en tres. Ayer, sin embargo, la plantilla recibió un pequeño balón de oxígeno. El futuro no está asegurado, pero al menos a corto plazo, no está todo perdido.

Derbi, propiedad de la italiana Piaggio, se comprometió ante el Departamento de Trabajo y ante representantes de los empleados a negociar un plan industrial que dé viabilidad a su fábrica de Martorelles, donde sobre todo se producen motocicletas de 50 y 125cc. El 80% de ellas se exportan. Uno de los puntos del plan pasa por la retirada de las suspensiones de contratos planteadas. Esta retirada del ERE temporal, que se ha presentado cuando la empresa ya está inmersa en otra suspensión temporal de contratos iniciado en enero pasado, se realizaría a cambio de la negociación de nuevas medidas de flexibilidad en la producción y de que la plantilla acepte abrir una ronda de prejubilaciones, a partir de los 57 años. La negociación empezará el próximo martes.

Uno de los aspectos que tranquilizó a los sindicatos fue el hecho de que Piaggio, desde Italia, haya dado poderes a la dirección española para negociar y dar "solidez" a las tres sociedades segregadas en España: una para el área tecnológica, I+D, recambios, finanzas y diseño (actividades que Piaggio tiende a centralizar en Italia), el área comercial y, por último, la fábrica y el almacén, que según UGT corre serio "peligro de deslocalización".