El PP busca candidatos a alcalde en Vigo, Ourense, Lugo y Ferrol
Ni el partido ni Corina Porro aseguran que ésta vaya a encabezar una lista
El PP tiene siete carteles electorales para las ciudades y de momento sólo tres fotografías seguras. Cuando falta año y medio para las municipales, las apuestas inequívocas de los populares son Carlos Negreira en A Coruña, Gerardo Conde Roa en Santiago y Telmo Martín en Pontevedra, según confirman a EL PAÍS fuentes de la dirección del partido. En Ourense, Lugo, Ferrol e incluso en Vigo, la cúpula del PP gallego sigue barajando nombres.
Ni siquiera es seguro que Corina Porro encabece una candidatura en la mayor ciudad de Galicia, donde los últimos comicios de 2007 la dejaron a sólo 2.700 votos del bastón de mando que acabó en las manos de Abel Caballero. En sus últimas declaraciones públicas, Porro aboga por "pensar sólo en el presente" y dice ignorar si en 2011 repetirá como cabeza de cartel en Vigo donde ya ejerció como alcaldesa entre 2003 y 2007, tras el frustrado bipartito de Ventura Pérez Mariño y Lois Pérez Castrillo.
Hay quien cree que el desinterés de Porro obedece más a una estrategia
Pero es en privado cuando la actual presidenta del Puerto hace ver quien quiera escucharla lo cómoda que se siente al frente de la Autoridad Portuaria y las pocas ganas que tiene de afrontar una batalla electoral, la enésima, que se prevé muy ajustada en Vigo.
Del tirón electoral de Porro saben tanto los estrategas electorales del PP como la fontanería de sus rivales socialistas y nacionalistas. Por eso nadie como ella ha protagonizado tantas campañas en el último lustro. En 2005, cuando los populares presentaron a la reelección a un Manuel Fraga ya mayor, las fotos de la alcaldesa inundaron junto a la cara del entonces vicepresidente primero de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, las vallas de la ciudad con el electorado más joven, donde el retrato de don Manuel permaneció inédito. Y desde entonces Porro ha concurrido en todas las listas salvo en las europeas, teniendo que ir renunciando después a cada uno de los cargos para los que resultaba elegida. Sucedió en el Senado e incluso en el Parlamento gallego, donde no llegó a tomar posesión de su acta de diputada.
La decisión definitiva sobre su candidatura le compete a la dirección del PP, que no tiene demasiado margen de maniobra, puesto que el propio secretario general, Alfonso Rueda, ya ha avanzado que su partido presentará las listas con antelación sin dejar las cosas para "última hora".
Así que Alberto Núñez Feijóo tiene la última palabra. El presidente gallego ya ha marcado en más de una ocasión distancias con Porro. Por citar dos ejemplos recientes: cuando la descartó para el puesto de delegada de la Xunta en Vigo, o al oponerse -en un primer momento- a que abandonase su escaño en el Senado y regresase a Galicia. Con todo, el margen para buscarle sustituto es mínimo. La opción del conselleiro de Economía, Javier Guerra, que nunca se manejó seriamente, parece descartada. Hay incluso quien interpreta en la dirección del PP que el supuesto desinterés de Porro obedece más a una estrategia para que el partido le garantice una salida digna, un cargo institucional, en el caso de que no obtenga la mayoría absoluta.
Con los sondeos en la mano y el mandato tajante que Feijóo repite en cada reunión interna para profundizar en la renovación, la cúpula del PP gallego busca candidatos en otras cuatro ciudades. En Lugo, las diferencias entre el presidente provincial Xosé Manuel Barreiro y el portavoz del grupo municipal en la capital, Joaquín García Díez, aúpan al diputado autonómico Jaime Castiñeira como el mejor colocado para medirse a Xosé López Orozco.
También lo tiene difícil para repetir en Ourense Enrique Nóvoa, quien, según fuentes del partido en aquella provincia, ya ni siquiera cuenta con el respaldo del barón José Luis Baltar. Algunos dirigentes apoyan para el cargo a Jorge Bermello, un empresario joven que se ha hecho con la presidencia del Club Ourense Baloncesto y cuya presencia pública aumenta cada día, informa Cristina Huete.
En Ferrol el futuro cabeza de lista es también una incógnita. El escaso perfil político del presidente local, José Manuel Rey, lo convierten en una apuesta demasiado arriesgada que la dirección regional no parece dispuesta a afrontar. Entretanto, el superdelegado de la Xunta en A Coruña, Diego Calvo, multiplica sus actos en la capital.
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