Feijóo eleva la presión y pide a las cajas una propuesta común

Casi imperceptiblemente, el presidente de la Xunta sigue subiendo el tono de sus advertencias sobre el futuro de las cajas de ahorro gallegas. Sin pronunciarse sobre si deben ser una o dos las que se rearmen con los fondos de saneamiento del FROB para sobrevivir, pero trazando un escenario propicio a la convergencia. Feijóo evitó ayer una vez más recomendar la fusión, pero sí animó a las dos entidades a presentar "una propuesta conjunta". De lo contrario, será la Xunta la que, con los datos de las propias cajas en las manos y "pensando a largo plazo", tome una determinación que espera que sea asumida por las dos partes.

Sobre el margen de maniobra del Gobierno gallego también se pronunció el presidente tras la reunión del Consello, en una conferencia de prensa en la que tuvo que echar el freno a las preguntas sobre el futuro de las cajas en beneficio del "rigor". Con independencia de lo que después decidan las respectivas asambleas de Caixanova y Caixa Galicia, la Xunta "tiene que marcar posición". Y aunque su decisión no sea vinculante, recordó que tanto una como otra están sometidas a la "tutela financiera" de la Administración autonómica. "Estoy convencido de que las asambleas de las cajas sabrán interpretar" la decisión que adopte la Xunta, apuntó.

Vázquez pide al Ejecutivo que busque un "pacto social y político"

El titular del Gobierno gallego deslizó su malestar con la actitud de las cajas, al advertir que no deben actuar con visión "cortoplacista". "Una cosa es opinar y otra evaluar los balances, actuales, a corto y a largo plazo". Y eso "tiene sus dificultades". Feijóo fue más lejos, al agregar: "No conozco a nadie que los evaluara, y el Gobierno gallego está haciendo lo que no hacen los demás".

Apeló Feijóo al acuerdo adoptado esta semana en el Parlamento, en el que todos los partidos defendieron el mantenimiento de la "galleguidad" del nuevo mapa, para asegurar que el Gobierno gallego es "fiel a ese compromiso". La Xunta "analizará hasta el último pro y hasta el último contra", para determinar un escenario "con una o con dos por separado". "Futuro y galleguidad", recomendó.

El acuerdo del Parlamento y su coincidencia con los criterios de la Xunta son, en todo caso, "un avance". "Las cajas gallegas no pueden desaparecer del mapa financiero español", declaró Feijóo, que también se mostró molesto con las declaraciones del presidente de la Comisón Nacional de la Competencia, Luis Berenguer, quien se declaró ayer "totalmente contrario" a las fusiones de cajas de una misma comunidad. "Supongo que será una posición con carácter nacional, y que se aplicará a todas las comunidades", replicó el presidente de la Xunta.

El líder del PSdeG, Manuel Vázquez, acusó mientras a Feijóo de permanecer aislado en el debate sobre las cajas, sin pulsar la opinión de entes ajenos al Gobierno. El dirigente socialista afirmó que nadie puede tomar una decisión sobre el futuro de las cajas en solitario, y que sólo se alcanzará una solución cuando se acuerde algo a través de un "pacto social, económico, sindical y político", en el que todos los agentes tengan voz.

Tras señalar la coincidencia de todos en que las cajas sean "fuertes, solventes y gallegas", incidió en que "para llegar ahí, nadie puede llegar solo". "Ni una entidad, ni las dos, ni el Gobierno solo", insistió, preguntado en rueda de prensa sobre la posición de su partido respecto al futuro de Caixa Galicia y Caixanova.

"Es necesario que hablemos todos", reiteró el líder socialista, convencido de que se trata de "una cuestión de Estado". "Estamos hablando muchos, pero no estamos hablando entre nosotros, sino que cada uno habla de lo que le parece", opinó, para criticar que la Xunta no cumple con su obligación de "abrir un espacio de diálogo y opinión" con todas las fuerzas sociales, políticas y económicas. Entre esas fuerzas se encuentra Comisiones Obreras, cuyo nuevo secretario general, Xosé Manuel Sánchez Aguión, coincidió con el líder del PSdeG en criticar la "opacidad" de Feijóo en el debate de las cajas, una actitud "poco responsable". Tras una reunión con Manuel Vázquez, Sánchez Aguión denunció la "falta de información y comunicación" por parte de la Xunta y de las dos entidades.