El Patronato decide si pasa cuentas con los anteriores auditores
El Patronato de la Fundación Orfeó Català-Palau de la Música se reúne esta tarde con una nutrida orden del día. Además de analizar el informe pericial de Deloitte, que eleva el desvío de fondos hasta cerca de 30 millones, los patronos deberán decidir si piden responsabilidades a los anteriores auditores de cuentas de la fundación por no detectar las maniobras del ex presidente Fèlix Millet y su mano derecha, Jordi Montull.
La empresa Gabinete Técnico de Auditoría y Consultoría empezó a validar las cuentas de la fundación en el ejercicio 2002-2003. Fuentes consultadas de la sociedad recuerdan que un auditor se encarga de examinar los "circuitos", por ejemplo, si la recaudación por taquillas funciona correctamente. También examina una muestra representativa de recibos y las cuentas bancarias a las que tiene acceso.
Sin embargo, estas mismas fuentes precisaron que en ningún caso tuvieron acceso a la doble contabilidad de la fundación ni a los movimientos de la Asociación Orfeó Català, que ha sido el verdadero agujero negro del entramado al no estar sujeta a ningún tipo de control. Y recuerdan, además, que ya pidieron a la ex directora financiera Gemma Montull -querellada por la fiscalía- que les dejara fiscalizar las cuentas de la asociación porque los movimientos entre la fundación y la asociación eran "constantes y cuantiosos". Siempre se negó.
El informe pericial de Deloitte no detalla, no obstante, los desvíos presupuestarios de las obras de ampliación del Palau, dada la complejidad de este análisis. Sí se ha decidido, en cambio, pasar el recibo de la auditoría y la asesoría legal a Millet.
