El Palau de la Música se da tres meses para reinventar su estructura jurídica
La Fundación del Orfeó decide hoy profundos cambios entre sus patrones
Tres meses: éste es el plazo que se han dado los gestores del Palau de la Música para reorganizar la estructura jurídica y artística de la institución. Y el plazo empieza a correr hoy mismo con las reuniones de la junta del Orfeó Català y el patronato de su fundación, en las que se informará de las conclusiones de la auditoría pericial realizada en las cuentas de ambas instituciones y la efectuada por la Intervención General del Departamento de Economía en los balances del consorcio de administraciones -Ministerio de Cultura, Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona- que tutela el auditorio modernista. "A partir de esta reunión se podrán empezar a activar los proyectos de futuro", asegura un miembro de la junta del Orfeó.
Las conclusiones de la auditoría pericial se darán a conocer hoy
Todos quieren que el canto coral recobre el protagonismo perdido
Y el futuro pasa por una reorganización que las administraciones públicas pidieron el 29 de julio pasado a Joan Llinares cuando lo nombraron director ejecutivo del consorcio del Palau. Además de colaborar en la investigación judicial sobre la apropiación de fondos del Orfeó y su fundación por parte de Fèlix Millet y su mano derecha, Jordi Montull, también le encomendaron crear un nuevo modelo jurídico.
"Si hay algo claro es que la estructura jurídica debe simplificarse", asegura Jordi Martí, delegado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona. La existencia de tres estructuras conviviendo, dos privadas y una pública -junta del Orfeó Català, patronato de su fundación y patronato del consorcio-, puso desde el inicio en evidencia que esta complejidad había propiciado la opacidad de la gestión.
Pero cuál debe ser la nueva estructura jurídica es algo que todavía no tienen claro ni las administraciones, ni la junta del Orfeó, ni su fundación, si bien esta última, con más de un centenar de patronos, ha iniciado ya de forma espontánea un debate interno sobre la necesidad de regenerarse por la vía de la renovación de sus miembros y la disminución del número de patronos para hacerla más operativa. Tampoco se descarta la posiblidad de que un número importante de los patronos renuncien hoy a su puesto, tal como han venido sosteniendo en los últimos días algunos de estos cargos de la fundación.
Precisamente la reorganización del patronato es uno de los puntos del orden del día de la reunión que celebrará hoy la fundación. Varios de sus miembros están trabajando desde hace días alentando a los patronos a que asistan a la reunión. Sólo con una amplia participación de éstos es posible hacer cesar a los miembros de la fundación que no estén dispuestos a dimitir de sus cargos, ya que los estatutos de la institución establecen que sólo con el voto de la mitad más uno de los patronos puede destituirse a uno de ellos.
Lo que sí tienen claro las administraciones públicas es que no adoptarán decisiones que vayan en contra de la historia de la institución origen del Palau, el Orfeó Català, ni se plantearán que su titularidad cambie de manos. "Las administraciones seremos respetuosas con las decisiones que tome el Orfeó. No estamos representados en su junta", advierte Félix Palomero, director general del Instituto de las Artes Escénicas y de la Música. Y asegura que "el nuevo modelo jurídico que surja deberá ser repetuoso y tener en cuenta la historia del Orfeó, sociedad de la que surge el Palau".
El tema artístico presenta menos problemas. Si bien el Orfeó Català ya ha nombrado una comisión integrada por miembros de su junta que debe definir el criterio que guiará la programación musical en el futuro, las tres instituciones, Orfeó, fundación y consorcio, parecen tener claro que el canto coral debe recobrar el protagonismo que ha perdido en las últimas décadas en el Palau de la Música.
El último escalón de la reorganización será designar a las personas que deberán regir los destinos del auditorio modernista en el futuro. Pero la solución a esta incógnita no llegará hasta finales de enero o febrero de 2010.
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