Guardans: "El problema del cine en catalán es la falta de espectadores"

"No quiero pronunciarme sobre el contenido de la ley catalana del cine, pero no acabo de entender por qué el debate se centra en el hecho de tener que ver Harry Potter y James Bond en catalán en vez de por qué los catalanes no van a ver más películas en catalán", así se manifestó ayer Ignasi Guardans, director general del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), antes de pronunciar una conferencia sobre las nuevas ayudas al cine español en la sede de la Sociedad General de Autores de Barcelona.

"En Cataluña se ha de ver cine en catalán hecho por catalanes y la cuota tiene que basarse en programar estas películas y no en el número de copias que se doblan al catalán", insistió el político responsable del cine español desde mayo pasado. Según Guardans, Cataluña tendría que seguir el ejemplo de países como Dinamarca, Holanda y Finlandia con población parecida y cuyos habitantes van a ver las producciones hechas en su lengua de forma masiva. "Aquí no pasa esto y no tiene nada que ver con el doblaje ni con las subvenciones". "Pensar que la culpa es de la invasión de las majors es como hacerse trampas al solitario", sentenció.

Guardans, que explicó ante un centenar de profesionales del cine catalán la orden ministerial que regula las ayudas estatales al cine que pronto entrará en vigor, defendió como asumibles que algunas de estas ayudas a películas filmadas en catalán, gallego y euskera pongan como condición el superar los 30.000 espectadores, 5.000 de ellos en la lengua original. "No es una cifra osada ni difícil de asumir. No se ajusta a la verdad decir que el Estado no se implica en la promoción y soporte del cine catalán", y recordó que su ministerio en 2009 "ha puesto sobre la mesa del consejero de cultura de la Generalitat 6,5 millones de euros para difundir el cine hecho en catalán".

Según aseguró Guardans, la cuota no es un problema sólo de Cataluña y su cine. Con cifras de 2008 explicó que las películas producidas en países próximos como Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido consiguieron una cuota de pantalla del 45%, 26%, 29% y el 31% respectivamente, mientras que en España sólo se alcanzó el 13%. Estas diferencias se deben "a la conexión del público con su cine, algo que no cambia una orden ministerial", afirmó.

Según Guardans, esta situación no se puede mantener con dinero público, ya que "el dinero para subvencionar el cine español proviene de los impuestos que pagan los trabajadores de la Seat".

Durante las dos horas y media de su intervención, Guardans desgranó cada una de las ayudas previstas por la nueva orden ministerial y las condiciones para obtenerlas: ayudas al proyecto o anticipadas que concederá una comisión una vez al año y que no podrán superar un millón de euros y las ayudas automáticas, donde se valorará la taquilla, la asistencia a festivales, los premios obtenidos, si el nuevo filme está dirigido a la infancia, si es una producción independiente, de un nuevo realizador o si hay equilibrio entre hombres y mujeres en el equipo técnico de la película.

Sobre los contactos que ha mantenido recientemente la Academia del Cine Catalán con la norteamericana para conseguir que el cine catalán pueda optar a los premios Oscar, Guardans se mantuvo al margen, asegurando que es la academia de Estados Unidos la que decide y que, por ahora no ve conflicto, pero avisó de que no todos los cineastas catalanes están en la academia catalana.